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Pese a la autocracia, se realzaba esplendor de La Voz Dominicana

Pese a la autocracia, se realzaba esplendor de La Voz Dominicana

Aunque eran comunes, pero discretos, los cuestionamientos al carácter férreo del teniente general José Arismendy Trujillo Molina (Petán), fundador, propietario y tesorero de la Voz Dominicana,  hoy CERTV, el personal artístico y administrativo destacaba  con orgullo el orden, la disciplina y la higiene que imperaba en todas las instalaciones de la empresa. En la  entrada,  en la calle Doctor Tejada Florentino, Antigua Ciudad de Miami, había siempre un  inspector impecablemente uniformado, que gentilmente acudía a abrir la puerta de los autos en que llegaban personalidades  interesadas en conocer por dentro el funcionamiento de la emisora.

Como la estación se escuchaba en casi todos los continentes, era frecuentemente visitada por turistas que venían al país, quienes quedaban admirados con la disciplina  y la limpieza que mostraban todas las áreas. “Por aquí no verán un solo papelito, ni un palito de fósforo en el piso”, acostumbraba a decir Petán a los visitantes.

Los grupos musicales que laboraban en la emisora eran  la Orquesta Angelita, dirigida por el maestro Rafael Solano; La Melódica, bajo la eficiente dirección del cubano Agustín Mercier, y la super orquesta “San José”, que conducía don Papa Molina. Estaban también la Orquesta Típica, del maestro argentino Angel Bussi; la orquesta de danzones del maestro Chichí Olivier; la  sinfónica de tipo clásica “Maestro Soler”, que conducía el profesor José Dolores Cerón,  autor de la antológica  “Como me besabas tú”, así  como el conjunto clásico del cubano Pepín Ferrer.

El  Trío Reynoso  (Pedro, Domingo y Pancholo), el conjunto típico de Isidoro Flores y las Hermanitas Cruz, eran los más gustados exponentes de nuestra música de tierra adentro, con sus programas diarios en las frecuencias de radio y televisión. Difícil era encontrar un hogar dominicano, especialmente en la zona rural, que no  despuntara el alba con  “Tierra Adentro”, un  programa merenguero.

Laboraban de manera fija en la Voz Dominicana  el Mariachi Dominicano, de Manolín Collado, que regularmente acompañaba a los artistas  con sus rancheras y tapatíos. Además,  estaba un conjunto de calipso, que dirigía el profesor Gómez, nativo de Martinica, y que magistralmente interpretaba la música vernácula de esa y otras islas adyacentes.

El cuerpo de baile de LVD, con grupos de bailarinas negras y blancas, dueñas de  seductoras estructuras óseas y estilizados movimientos en sus continuas presentaciones en los espectáculos de TV, en el  Night-club o en el teatro al aire libre, tuvo varios directores, entre los que figuran el cubano Antonio Gelpi y el americano Carlos Figuroa. Una de las más destacadas alumnas de ambos maestros, doña Josefina Miniño, también dirigió este grupo.

De la escuela de locutores “Héctor J. D’iaz”, que dirigía el escritor y crítico de artes don Pedro René Contín Aybar, salieron los mejores locutores  del país, entre ellos a Julio César Felix (Bubito), jefe del departamento; Ramón Rivera Batista, Hugo Gómez Batista, Luis Acosta Tejeda (cubano), Rafael Rubí, Amado León, Fidencio Garris, Félix Acosta Nuñez.

Billy Berroa, Secundino del Villar, J.A. Bruno Pimentel, Raúl Astor, Rafael Cuello Batista, Efraim Báez Aguiar, Guillermo Peña Frómeta, Roberto Diez, José Antonio Núñez Fernández y Osvaldo Cepeda y Cepeda. Del grupo, según tengo entendido, solamente viven Nuñez Fernández y  Osfvaldo Cepeda.

El Cuadro de Comedias lo dirigía la destacada y bella profesora doña Divina Gómez, y la directora del programa “Romance Campesino” era Toña Colón  (Felipa, que actuaba con su esposo Macario. Las otras actrices eran Emilia (Monina) Solá, Thelma Nurys Espinosa, Aurea Julia Esthela Cuesta, Rosita Saladín, Maria Rosa Almánzar (Cirita), Ana Fulvia Ortega, Flérida Espinal, Mary Sánchez, Nancy Figueres, Nubia Ulloa, Teresita  Basilis, Ana Gómez, Clara Díaz, Antonia Blanco Monte de Aparicio, María Fabián, Tatica Bobadilla, Carmen Rull, Ernedina Cruz.

Entre los  actores más destacados estaban Julio Aníbal Sánchez, Oscar Iglesias, José Antonio Estévez, Jesús Lizán, Tomás Pujols Sanabia, Rafael Vicioso, Julio César Matías, Freddy Nanita, Rafael Gil, Frank Arredondo, Max Reynoso, Luis Langa Mota y Salvador Pérez Martínez (El Pera), mientras que el jefe de musicalización era el profesor Carlos Andrickson.

En la  Voz Dominicana las cosas eran buenas y gustosas, aunque  no debe pasarse por alto que el teniente general Trujillo Molina tenía sus cosas negativas. Pero un  análisis imparcial de su labor en beneficio del arte y la cultura nacionales, puede generar un balance favorable. Petán tenía próximo al palacio de la emisora una oficina personal, desde donde despachaba los “asuntos” ajenos al quehacer artístico.

El Nacional

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