Seis administradores y representantes de bares y centros de diversiones de Santiago, cerrados ayer temporalmente por las autoridades judiciales, pidieron excusas públicamente por haber permitido la asistencia de menores de edad a sus establecimientos.
Reconocieron asimismo que la procuradora fiscal, licenciada Yeny Berenice Reynoso, y la Policía actuaron con apego al Códico del Menor al aplicar sanciones a sus negocios.
Las excusas fueron pedidas por Máximo de Jesús Rodríguez Durán, propietario del bar Las Colinas; Marcel Marte Guzmán, propietario de Over bar; Antonio de Jesús Madera Pérez, propietario de Moma Bar.
También pidieron excusas Fernando Amaro Guzmán, propietario del Rancho Típico Las Colinas, Andrés Osvaldo Emilio Gonell Morel, miembro de la Asociación de Bares de Santiago y Francisco Manuel Aybar Suero, miembro de la misma entidad.
Los empresarios hacen los señalamientos en una declaración pública entregada a El Nacional, en la que se refieren a los 14 días de cierre dispuesto por la fiscal de Santiago, licenciada Yeni Berenice Reynoso.
La funcionaria redujo luego a siete días la sanción por permitir la presencia de menores en lugares públicos en los que se expenden bebidas alcohólicas.
Aceptamos que violamos las disposiciones de la norma que prohibe la entrada y venta de bebidas alcohólicas a menores de edad, dijeron.
Explicaron que en ningún momento se produjeron atropellos en perjuicio de los propietarios de los establecimientos y centros de diversiones, o de los clientes que estaban en los mismos en esos momentos.
Se comprometieron a impulsar una campaña de información y orientación a través de los medios de comunicación para concientizar al público sobre la necesidad de observar estrictamente lo dispuesto por la ley sobre la presencia de menores en lugares donde se expende alcohol.
Prometieron además tomar todas las medidas que sean pertinentes para que situaciones como las registradas ayer no ocurran nuevamente en sus establecimientos en la ciudad de Santiago.
Nos comprometemos públicamente a tomar las medidas pertinentes para evitar que situaciones como ésta vuelvan a ocurrir en nuestros centros de diversión, los cuales son espacios concebidos para ofrecer una sana recreación a personas adultas, dijeron.