El director de la Comisión de Reforma del Sector Salud (CERSS), doctor Humberto Salazar, consideró este jueves que el país no debe aceptar ningún tipo de ayuda del ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, que implique una visión conjunta de República Dominicana y Haití para enfrentar la malaria u otra enfermedad.
Salazar dijo que aceptar cualquier financiación binacional significa asumir la visión que tienen las grandes potencias de que como Haití y República Dominicana están en una isla sus problemas deben resolverse de manera conjunta.
Entiende que los que acepten donaciones de manera binacional son malos dominicanos porque atentan contra la soberanía nacional.
Salazar recordó que hace dos años, cuando presidía el Consejo Presidencial del Sida, rechazó una contribución económica de Estados Unidos porque implicaba asumir un programa de prevención de VIH ligado con las autoridades de haitiana.
No podemos aceptar, bajo ningún concepto, la visión de una isla conjunta que tienen el ex presidente, Estados Unidos y Europa, afirmó.
Entiende que el país debe aceptar cualquier respaldo económico por parte de Carter para hacer frente a cualquier problema fronterizo, pero segregado de Haití.
El director de la CERSS le recordó al ex mandatario que la malaria se registra en el país gracias a una invasión pacífica de haitianos que cruzan la frontera y emigran a zonas turísticas muy distantes y por todo el territorio.
Es por esas razones que como funcionario del sector salud no puedo ver con simpatía que quieren imponer que autoridades dominicanas y haitianas trabajen en un solo capítulo la malaria y otras enfermedades, manifestó.
Indicó que el país debe hacer valer su soberanía y enfrentar los problemas que se desprenden de nuestros vecinos con nuestras propias estructuras.
Dejó claramente establecido que el país debe hacer entender a la comunidad internacional que el problema de Haití debe ser resuelto por Francia, Estados Unidos y Canadá.
Dice Haití es diferente a RD
El doctor Salazar dijo que Haití y República Dominicana son dos países distintos en costumbres, idioma y religión, por lo que el vecino tiene que resolver sus problemas, a pesar de que el presidente Leonel Fernández reclama ayuda a la comunidad internacional.