Aunque se veía venir, la reforma tributaria no ha llegado sola. Lo ha hecho acompañada de la tormenta Sandy. ¡Cuánta casualidad!
El ministro de Economía no tiene que temer de que la reforma tributaria será aprobada tan rápido como lo desee el Gobierno. ¿O hay algún problema?
Llamó la atención que el expresidente Leonel Fernández se reuniera con los senadores para exhortarlos a apoyar el proyecto. ¿Era que había necesidad?
Después de todo, la población no se puede quejar. Según Valdez Albizu, la economía crecerá un 3.9 por ciento. Es como para celebrarlo.
No todos los empresarios están en contra de los nuevos tributos. Carlos Fondeur, de Santiago, ha pedido que sean aprobada sin mayores reparos. Una manito.
Dice Antonio Isa Conde que el CES quedó sin capacidad para ver las buenas intenciones de Danilo Medina. Pensaba que era la reforma tributaria lo que se analizaba.
Escandaliza que figuren en la nómina de Obras Públicas los 78 empleados asignados al Bulevar de la 27 de Febrero, que desde hace tres años lo opera el Ayuntamiento. ¿Será verdad?
Al subir el monto a los beneficiados de la tarjeta Solidaridad, el Gobierno reconoce que su reforma impactará en los más necesitados. ¿Y de los otros qué?
Y en Estados Unidos la campaña para las elecciones del 6 de noviembre ha entrado en la recta final, todavía con Obama a la cabeza. ¿O es bulto mediático?
Wessin Chávez no ha renunciado, sino que ha puesto el cargo a disposición del presidente Danilo Medina. Por ahora de seguro que el mandatario se tomará su tiempo. Como con Haivanjoe. ¿O no?