Se sabe que el sistema eléctrico, es elemento esencial del mundo contemporáneo. La energía es tal vez el fluido vital de la economía y el punto vulnerable de la vida civilizada, es el sustrato en el que cualquier otra tecnología se injerta y constituye la base de la era industrial y de la información, autopistas, vehículos, aviones, trenes, ordenadores y un gran etcétera.

El país se encuentra azotado por varias crisis financieras que ademas, recorren el mundo desde Asia hasta Latinoamerica. Sin embargo, cabe preguntar ¿De donde provendrá el hecho de imponernos a nosotros mismos un rumbo contra la corriente? Lo cierto es, en el centro de la situación se encuentran los ejecutivos del complicados sistema electrico, en algunos casos, son miembros de familias con tradición de excelencia personal y profesional incuestionables. Aun así, quedan arrastrados por la impredecibilidad del espectro eléctrico que crea cada vez mas, desconcierto y agobio. Este costoso es irraccional sistema, es el motor implacable que mueve la enorme red de centrales y de subestaciones eléctricas, así como cables de alta tensión que se conectan entre unos y otros, se despliega como inmensa tela araña de un extremo a otro, en este complejo mundo conectado.

De modo, tiene gracia como son las cosas.

Sin electricidad, todo lo que hacemos, todo lo que utilizamos y todo cuanto consumimos no existiría, porque seria tambien inaccesible.

No contar con la energía seria aterrador y destructivo. Sin duda, la falta de electricidad origina caos, disturbios, saqueos, pánico generalizado, y otras. Creo, la paciencia se agota. ¿Que no falta?, ¿que nos arrodillemos ante esta cruel realidad?.

¿Que desembolsillemos lo que nos queda, después de pasar por los inconfesos niveles de la inflación y demás presiones económicas indeseables?