Opinión

PRECISAMENTE

PRECISAMENTE

POR: César Pichardo
cesarpichardo1@hotmail.com

 

Texto, condena al bolsillo

 

Tema recurrente cuya solución no aparece a la vista de quienes se encuentran involucrados en el mismo, es el de los cambios frecuentes de textos escolares o la fijación de precios de los mismos por parte de las empresas editoras y de los libreros detallistas; pero sin encontrarse en un horizonte cercano una salida al gran problema que se le crea a los padres de familia, se presenta ahora como parte de las potenciales oportunidades, la de cargar al pacto por la educación, con este asunto que tal vez no tiene otra posibilidad que el de una medida administrativa por parte del Ministerio de Educación.

Todas las ciencias, naturales y sociales, están en ebullición, porque la humanidad vive una etapa de transformaciones y en proceso de inmersión, lo que puede identificarse como la era de la información; y hasta las ciencias exactas, las matemáticas con todo y serlo, también producen retos al conocimientos humano, obligándolo a cambios de axiomas y verdades que por siglos se tuvieron como inconmovibles.

Esa verdad, sin embargo, no debe ser base o excusa de los cambios de las ediciones y de libros escolares, pero muchos de los nuevos conocimientos no alteran aquellas otras verdades más o menos inconmovibles como son la esencia del saber universal; por el contrario, sin ese saber elemental debidamente asimilado por el escolar de los años iniciales, los otros conocimientos, los afectados por las investigaciones más recientes resultan incompresibles.

Nada, por tanto, obliga a esos cambios y a las nuevas ediciones llenas de colorido que determinan los sacrificios a los que se somete la economía de los hogares en cada inicio de los años escolares, conducida a callejones sin salida, pues en las aulas se le dice a los estudiantes que la edición de uno o dos años anteriores, con la que estudio un hermano o una hermana es obsoleta, la cual no resulta cierto, sino que lo que se procura en definitiva es el gasto de unos recursos que tal vez los padres debieron destinar a otros útiles escolares, a calzados o a uniformes.

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