Viaje único
La vida es como un viaje único y cada uno de nosotros solo tiene una existencia para hacerlo. Cada momento que pasa nos acerca imperceptiblemente mas al final… y cuando lo alcancemos parecerá un vago y nebuloso recuerdo en nuestras mentes.
Tal parece que solo una pequeña porción de la población humana alcanza a conocer su propia identidad o llega a tener conciencia de su verdadera personalidad, de modo que muy pocos de nosotros hacemos el viaje sabiendo hacia donde vamos y conociendo nuestro equipaje.
Al nacer recibimos la vida y durante los primeros años, nuestros padres y mayores se encargaran de equiparnos bien para la trayectoria: nos regalan máscaras para comportamos en cada oportunidad; nos regalan valores para que podamos apreciar el mundo que nos rodea; nos enseñan a controlar nuestras emociones y sentimientos para que no parezcamos inadecuados o inoportunos; nos enseñan a hacer juicios sobre lo bueno y lo malo. A lo largo de nuestra experiencia, descubriremos que la sociedad nos forzará a conformarnos, en un intento de meternos en un estrecho molde.
Comprobaremos que la educación nos llena a menudo con un conocimiento irrelevante, enseñándonos lo que hay que aprender en vez de mostramos como usar lo que sabemos.
La mente se desarrolla a través de la experiencia percibida por los sentidos y a partir de esas experiencias se crean nuestros mundos personales. Mientras continuemos conscientes, mantendremos el proceso de asimilar lo que nos rodea y formar nuestras vidas. Este es un proceso activo y así cada uno se convierte en unidad única y en constante cambio.
Nuestro pasado nos ha brindado increíbles descubrimientos. Sin embargo, no por eso debemos ser sus prisioneros. Es preciso continuar nuestro camino.