Es un absurdo pensar que hay o habrá una respuesta única frente a la complejidad política del PRD, que vive atenazado por un estado que golpea constante, y por su desavenencia interna, que pudiera provocar un futuro incierto.
Es inexplicable, resistir tantas pugnas. Parece que sus líderes ignoran que el Partido Revolucionario Dominicano puede considerarse un gran samurai, como expresa el lenguaje de los orientales. Por sus servicios a la nación, al igual que esos guerreros, el PRD tiene una larga trayectoria y honra que le adorna.
Su nombre se relaciona con la búsqueda de la justicia social. Me asombra, que sigan los pasos de los denominados samurai, en el sentido, de intentar hacer su propio harakiri cuando se turnan y, luego de una diferencia de tiempo, expulsan de sus entrañas a uno u otro líder de las facciones en contradicción.
Jamás se olvidará:”Al PRD, solo lo vence el PRD” y ”Casa dividida será destruida”. Estas citas del doctor Jose Francisco Peña Gómez, ilustran la historia de ese partido, caracterizado por grandes sacrificios en la lucha por la libertad, también, conflictos, tensiones y fragmentaciones en su interior.
¡Bien!, en el pasado hubo dos tipos de rituales, harakiri y sepuko, exclusivos de la casta militar del Japón medieval, muy usados por los samurai, establecidos en el código ”Bushido”, que es como una biblia, y que contiene formas, maneras y técnicas del suicidio, para limpiar del deshonor la vida terrenal y ser virtuosos en el mas allá, todo depende de la situación que lo hiciera un buen amigo. El credo era… morir antes de vivir en deshonra, algo así como… vivir en forma digna…
¿En el PRD, hay un simple proceso de locura transitoria o harakiri?
