PARÍS, 13 Oct 2012 (AFP) – La prensa europea consideró el sábado que la atribución del Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea (UE) rendía justicia a una historia «que brindó 67 años sin conflictos al continente», pero estaba dividida sobre su pertinencia cuando esta institución sufre su peor crisis.
Para algunos, este recordatorio de la importancia del proyecto común debe dar a los europeos motivos para creer, y alentarlos a continuar los esfuerzos. Otros, principalmente en Gran Bretaña y Alemania, ven este Nobel como una ironía poco pertinente, en momentos en que Europa no es más que una «combinación de Estados en quiebra».
Este premio «debe ser visto (…) como un llamado a proseguir los esfuerzos. Porque la paz se alimenta de la cohesión social, objetivo pulverizado por la crisis», escribió el diario La Libre Belgique. «Sería un error creer que la paz ha sido definitivamente adquirida. El creciente nacionalismo y extremismo en Europa refleja el riesgo, que no hay que subestimar, de un contragolpe», añade.
Por su parte, el periódico Le Soir (Bélgica), considera que «los ciudadanos europeos, muchos de los cuales tienen motivos para angustiarse, deben tomar este premio Nobel como un recordatorio de lo que Europa ha sido hasta ahora, un actor primordial de la democracia y del progreso».
Esta es también la opinión del diario de centro derecha La Stampa: «El premio llegó por sorpresa en uno de los momentos más difíciles del proceso de integración del continente, ya que la crisis sigue afectando a muchas familias, que están al borde de una posible revuelta social (…) Se trata de un reconocimiento concreto de un camino que ha brindado 67 años sin conflictos al continente».
En Francia, el diario Libération (izquierda) considera que «se requiere una desfachatez colosal para otorgar el premio Nobel de la Paz a la Unión Europea, en momentos en que frente a una crisis que la sobrepasa (…) esta última parece dejarse absorber por el declive».
Por su parte, el diario conservador francés Le Figaro considera que esta recompensa es «un estímulo para una Europa sacudida por la crisis», y señala que «el comité noruego premió una construcción que ha pacificado de manera duradera al continente».
El alemán Die Welt hace una evaluación similar: «el premio Nobel de la paz recompensa un milagro y estimula a seguir creyendo en los milagros.»
El Frankfurter Allgemeine Zeitung considera el proyecto europeo no como «un proyecto del pasado, sino como una misión para el futuro». El premio Nobel de la Paz dará a los europeos la valentía de seguir trabajando en su obra común».
Sin embargo, estas apreciaciones no son unánimes en Alemania.
«Buena idea, mal ganador», lanzó la influyente revista Der Spiegel: «Nadie puede criticar seriamente que el premio Nobel de la Paz haya sido otorgado a la Unión Europea. Este es justamente el problema, es una decisión más bien fácil. Hubiera sido más valiente premiar a un hombre que encarna lo que falta hoy en día en las políticas europeas: Jacques Delors», expresidente francés de la Comisión Europea.
Como era de esperar, la prensa británica también se muestra crítica, salvo el Financial Times, que considera que el Premio Nobel «reconoce, con razón, una proeza histórica».
«El premio Nobel de la Paz a la idiotez», exclama el muy popular diario Daily Mail (conservador), bajo una foto de manifestantes griegos vestidos como nazis durante la visita a Atenas de la canciller alemana Angela Merkel.