Opinión

Presencia económica

Presencia económica

¿Es bueno gastar?

En tiempo de recesión económica los hacedores de políticas públicas deben crear mecanismos para estimular el consumo y orientar el gasto público como factor de estimulo al dinamismo económico, pero…

 El exceso del gasto público sobre los ingresos del Estado da paso al déficit presupuestario.

La deuda pública de un país crece en la medida en que el Gobierno hace caso omiso de la prudencia y la disciplina en el manejo del gasto público.

¿En qué consiste el gasto público? En el gasto de dinero que hace el Estado para cubrir, en principio, las necesidades públicas mediante la adquisición de bienes y servicios.

Nadie niega que la principal fuente de ingresos del Estado para financiar el funcionamiento de su maquinaria burocrática (que se engloban dentro de los llamados gastos corrientes) y sus planes de inversión (gastos de capital) sean los impuestos, a los que se adicionan el endeudamiento, la venta de activos y la emisión monetaria.

Rudiger Dornbusch, acreditado economista del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y quien falleciera en julio del 2002, llegó a expresar: “El Estado paga su gasto retirando fondos de sus cuentas bancarias. Como cualquier particular, debe tener fondos en sus cuentas a los que poder recurrir”.

Pero cuando un Gobierno acumula un gasto por encima de sus reales niveles de ingresos sobreviene el déficit presupuestal.

 En estos momentos países como Alemania, Francia y Estados Unidos, entre otros están registrando profundos déficit fiscales, que en algunos casos ronda el 6 por ciento del producto Interno Bruto (PIB). La preocupación crece…

En días pasados el Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó la atención  hacia los recurrentes déficit presupuestas acumulados por EE.UU. durante la Administración Bush, a tal punto que para el 2009 la deuda pública podría situarse por encima de los 10,3 billones de dólares.

Ha de tenerse en cuenta que la tierra de George Washington es la principal potencia económica del globo terráqueo y que goza del privilegio  de emitir una moneda (el dólar) que al tiempo de ser su moneda nacional constituye la divisa por excelencia de la economía mundial.

Al llegar a este punto sólo queremos expresar lo siguiente: para una economía pequeña y con escasa dotación de recursos tecnológicos, comerciales y financieros –tal es el caso de la República Dominicana- constituye un pecado capital el incremento del gasto del gobierno más allá de sus niveles de ingresos fiscales.

Todo déficit fiscal revela un endeudamiento. Y eso podría ser dañino para el futuro económico del país. Toda deuda se traduce en el pago un impuesto diferido en el tiempo que recaerá sobre los bolsillos de los contribuyentes.

guerrerodanielus@yahoo.com

El Nacional

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