La sombra del oro
¿Es cierto que el oro siempre ha concitado el interés de gobernantes y gobernados dentro de la historia universal?
En efecto, las tumbas de los faraones egipcios (6 mil años atrás) solían llenarse de oro para acompañarlos en su viaje sin retorno al descanso eterno. Por eso es muy posible que si la tumba de Cleopatra -reina de Egipto, quien se suicidó el 14 de agosto del año 30 antes del nacimiento de Cristo- llegase a ser finalmente descubierta por la dominicana Kathleen Martínez, seguramente un tesoro áureo será encontrado dentro de lo que ha sido la última morada de la legendaria mujer.
La cotización del preciado metal se hace en base a la conocida onza troy. Conviene recordar que la onza troy es una medida de peso que tuvo su origen en la Inglaterra de 1527, fecha en la cual el rey Henry VIII implantó la llamada libra troyana, llamada así en referencia a la ciudad francesa de Troyes, donde se realizaban muchas transacciones comerciales entre Inglaterra y Francia. La onza normal que conocemos pesa 28,35 gramos, en tanto que la onza troy equivale a 31,1035 gramos, lo que significa que esta última pesa un poquito más que la primera.
El oro ha sido a través de la historia un metal escaso en la corteza terrestre y también muy cotizado por los inversores internacionales en época de turbulencias financieras, incertidumbre en los flujos comerciales y crisis económicas globales. Aquí valdría la pena evocar al filósofo griego Heráclito (que vivió entre los años 535 y 484 antes del nacimiento de Jesucristo) cuando expresó: “Los buscadores de oro cavan mucho y hallan poco”.
Pero ocurre que hace año y medio se adoptó un nuevo método de cotización del oro que consiste en la implementación de un mecanismo de subasta donde pueden participar los países interesados dejando atrás el tradicional mecanismo del sistema de fijación de precios London Gold Fix (vigente desde el 1919) por lo que se ha abierto más el abanico de actores dentro de la comercialización del oro.
Así, China y Rusia, dos importantes países emergentes, han salido al mercado a comprar oro ante un posible deterioro de la situación geopolítica mundial y su impacto en la marcha de la economía global.
En julio de 2015 las reservas de oro acumuladas por China sumaban 1,658 toneladas, incrementándose un año después a 1,828 toneladas. Pero Rusia no se ha quedado atrás en la compra de oro: al inicio del presente año el Banco Central dispuso de unos 800 millones de dólares para comprar 22 de toneladas de oro elevando a 1,437 toneladas la cantidad del metal dorado que forman parte de sus reservas internacionales..
Y bien haría la República Dominicana en incrementar la cantidad de oro dentro de sus reservas internacionales.Porque hay que tener presente que el oro no sólo debe concebirse como una materia prima para joyería y muchas aplicaciones industriales y profesionales, sino que, además, es un activo monetario de primer orden, pues está comprobado que el oro físico siempre será un buen referente para las preservación del valor real de las reservas monetarias de un Estado.