Tiene mucha lógica la declaración del ministro de Interior y Policía que tilda de interesado el informe de Amnistía Internacional sobre las violaciones de los derechos humanos en República Dominicana. Al margen de atropellos en que haya incurrido la Policía, pues tampco se puede tapar el sol con un dedo, mueve a sospecha que el informe haya sido preparado por un mexicano, cuyo país compite con República Dominicana en materia de turismo. Y ya se sabe que en cuestiones de intereses nada se puede descartar. En el sector se utiliza la competencia más desleal. Inseguridad, abusos, enfermedades, violencia, rumores, corrupción y otros métodos suelen propalarse en la región en contra de cualquier destino. Los alegatos del ministro José Ramón Fadul encajan dentro de esa cultura. No es que por aquí todo ande a pedir de boca, pero tampoco es como para exacerbar los atropellos y la corrupción en la Policía como si fueran exclusivos de este país y no un mal de la región. Y no como para que sirva de consuelo. A pesar de su industria petrolera, el turismo es otra de las grandes fuentes generadoras de divisas de México, con la que ha tenido problemas a causa de la criminalidad y las tormentas.
El Nacional
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