El presidente de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (IOBEC), Pedro Pérez, soltó un misil al Gobierno a propósito del impuesto de un peso a los carburantes para beneficiar a los choferes con viviendas y autobuses. En lo que el Gobierno debe enfocarse es en eficientizar y racionalizar los gastos que tiene, y de los ahorros que consiga entonces puede destinar los recursos para atender un problema que se supones es del sector transporte. Esa fue la categórica respuesta del dirigente empresarial sobre una iniciativa que ha sido cuestionada hasta por los propios conductores. Ramón Pérez Figuereo, de la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU) la consideró una burla. Otros dirigentes empresariales, como Ignacio Méndez, de la Federación de Asociaciones Industriales no han sido menos categóricos al calificar el proyecto como un absurdo, populista, disparatoso e ilegal. Por las contundentes reacciones el Gobierno tendrá que apuntar para otro lado si en verdad su intención es beneficiar a los choferes.