Puede darse como un hecho que tras la recomendación del presidente Leonel Fernández el Congreso se abocará a sancionar la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas. Esperar lo que se interpreta como una orden para conocer un proyecto deja muy mal parada la independencia y autonomía del Poder Legislativo. El presidente del Senado y secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Reinaldo Pared Pérez, ha estado renuente a que se apruebe la pieza que regula las actividades de los partidos. No ha valido que sea defendida como un dique contra la influencia del narcotráfico. Pero con la recomendación del presidente Fernández y la vergüenza del transfuguismo puede darse por descontado que en cuestión de horas terminará la resistencia frente a una pieza que también castiga el empleo de recursos públicos en la campaña electoral. El Congreso no ha debido esperar que se vea como una orden la defensa del Poder Ejecutivo para sancionar una pieza que ha sido reclamada no sólo por la oposición, sino por importantes sectores.