En medio del desorden que tanto cuestiona el ejercicio del poder levanta el ánimo la firmeza del director de la Autoridad Metropolina del Transporte (Amet) para enfrentar la anarquía en el tránsito. Al advertir que sin importar los paros que se realicen no tolerará violaciones en el tránsito, como la extensión de rutas en perjuicio de los usuarios, el general Rafael Bencosme Candelier declara que no todo está perdido. Esa es la actitud que se necesita para preservar el orden y garantizar que las leyes se respeten. Lo que tienen que hacer el sindicalista Juan Hubieres y los demás dirigentes que protagonizaron un paro del transporte es acatar las leyes para evitar que se las apliquen. Con el paro los sindicalistas dieron un paso en falso al menos en lo que respecta a las rutas. Si el caos no fue mayúsculo se debió al servicio del Metro. Suerte que Bencosme Candelier no está entre los funcionarios que suelen hacerse de la vista gorda frente a la anarquía para no afectar su capital político.