La preservación del empleo, que en estos tiempos ha sido invocada como una de las principales prioridades, acaba de sufrir otro resbalón con los más de 7 mil despidos en zonas francas de Santiago y de San Pedro de Macorís. Pero conforme al alerta de empresarios del sector, que ya habían advertido sobre los actuales despidos, las perspectivas son más dramáticas. Los cinco mil trabajadores cesanteados en Santiago y el malestar que se cierne sobre la producción de tabaco configuran en la región un cuadro tenebroso. Por falta de pedidos como resultado de la crisis financiera en Estados Unidos la empresa New Suprime, instalada en San Pedro de Macorís, despidió a 2,000 trabajadores. Las decisiones no son para minimizarse habida cuenta de la prioridad que se ha asignado al empleo. Todas cancelaciones constituyen un reto para el Gobierno, sobre todo después de comprometerse a proteger a los afectados a raíz de la suspensión de la producción ferroníquel de la minera Falconbridge, en Bonao.