PRIMERA FILA

Cuatro plantas fuera de servicio son la causa de los apagones que no sólo molestan a la población, sino también al vicepresidente de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Celso Marranzini. El funcionario, que siempre ha citado el fraude y la morosidad entre las causas del problema eléctrico, ha tenido que  encarar a los generadores por la interrupción del suministro de energía. Marranzini pensaba que poner  la deuda al día bastaba para que los productores restablecieran el servicio, pero se ha encontrado con una reticencia que le huele a conspiración. La deuda podía ser sólo uno de los motivos para justificar la salida de servicio de cuatro generadoras. Pero no se puede omitir la inconformidad que causó en los productores la reducción de un 10 por ciento del subsidio en la importación de gasoil para beneficiar a los empresarios del transporte. Tan molesto como Marranzini se ponen los usuarios que pagan por un servicio que no reciben. Pero el conflicto indica que la crisis eléctrica no se reduce sólo a la morosidad y el fraude.