No ilumina el sector eléctrico la salida que ha explorado el Gobierno para afrontar la crisis en el servicio. El préstamo por 300 millones de dólares que gestiona con el Banco Mundial apenas alcanzaría para saldar las deudas por las cuales las generadoras han embargado a las distribuidoras. Pero tampoco hay garantía con el desembolso que procurarán én Washington el secretario de Hacienda, licenciado Vicente Bengoa, y el vicepresidente de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), ingeniero Radhamés Segura.
Ya lo habían intentado, pero sin resultados positivos. Con un sistema tan y tan deteriorado la solución podría ser tan efímera como alegría en casa de pobre. Aunque los atrasos son recurrentes, en esta ocasión al menos el Superintendente de Electricidad los ha atribuido a la caída en las recaudaciones fiscales. El panorama está oscuro y por ninguna parte se observa un vestigio de luz. Y conste que el eléctrico no es el único desafío que enfrenta el Gobierno, aunque en la actualidad es probable que sea de los más prioritarios.
El Nacional
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