El procurador general de la República solicitó este martes al presidente de la Suprema Corte de Justicia el envío del juez de Ejecución de la Pena de San Cristóbal, Francisco Mejía Angomás, a los fines de interrogarlo por el caso de los tres alegados narcotraficantes que ordenó poner en libertad porque la sentencia condenatoria solo decía 10 y no precisaba si eran años, días o meses.
El doctor Radhamés Jiménez Peña le envió la comunicación al presidente de la SCJ, Jorge Subero Isa, a solicitud de la comisión designada para investigar el caso, la cual preside el procurador adjunto Bolívar Sánchez.
Mientras, el juez Mejía Angomás le envió otra comunicación al presidente de la SCJ, en la que acusa al procurador de orquestar una campaña de descrédito en su contra en venganza porque en una ocasión no le puso en libertad al abogado Rafael Ariza, defensor de varios de los acusados en el caso del boricua José David Figueroa Agosto.
Mejía Angomás le comunicó a Subero Isa que está siendo perseguido por el procurador Jiménez Peña, de quien dijo ha contactado a una persona en Palenque para vincularlo a una supuesta trama de cobro de dinero para poner presos en libertad.
Dijo que el procurador lo que persigue con el caso es que la Suprema Corte de Justicia lo ponga en retiro.
Dijo que el procurador demuestra en cada una de sus declaraciones que se ha ensañado en mi contra y que su preocupación por combatir el narcotráfico en el presente caso, no es más, que la oportunidad que él hace tiempo esperaba para vengarse de todo el odio y deseo de dañarme que tenía guardado desde la petición de libertad condicional que hiciera al Tribunal de Ejecución de la Pena de San Cristóbal, del entonces interno Rafael Ariza Morillo, al cual le fue negada la misma, porque en ese preciso momento, éste no reunía las condiciones exigidas por la Ley.
Mejía Angomás declaró que la situación ha generado problemas entre él y Roberto Santana e Isamel Paniagua.