La estrategia más exitosa para contener la transmisión del virus, fue la empleada por Corea del Sur. Se situaron en el ataque, en lugar de quedarse a la defensiva. ¿Cómo? Una vez se sospechaba o confirmaba un caso, se hizo una rigurosa investigación para determinar y aislar los contactos, además de miles de pruebas de detección, para conocer la ubicación y traslado del virus en la población.
Lamentablemente esa historia de éxito no fue asimilada por otros países, incluyendo el nuestro. Nos quedamos a esperar que aparecieran los primeros casos, para luego tomar acciones -válidas pero insuficientes- Cuando el ministro informaba que todos los casos eran importados, no se ofrecían detalles de pruebas de detección para confirmarlo.
¿Por qué no se adquirieron e iniciaron presurosamente estas pruebas? Las 2000 pruebas donados por organismos internacionales resultaron mínimas. Las 70 pruebas diarias que realiza el Laboratorio Nacional fueron una migaja. Sobre todo, que el protocolo que se impuso era muy cerrado, limitando a la población que las necesitaba a un en los laboratorios privados.
Contactos y gente con síntomas (algunos con Covid19) nos relatan las vicisitudes sufridas para lograr hacerse una prueba.
Hoy vemos videos de candidatos votando en las municipales, cuando ya tenían síntomas de la enfermedad. Igualmente, personas fallecidas que probablemente lo contrajeron dos a tres semanas atrás.
Las pruebas de detección son de dos tipos: unas identifican el antígeno (virus mismo), en tanto otras más rápidas detectan los anticuerpos indicando que la persona ha estado expuesta.
Estas últimas, aunque tienen una sensibilidad y especificidadmenor son útiles, no tanto para diagnóstico, pero si en la determinación de la situación epidemiológica en la comunidad.
En el mercado las tienen diferentes marcas y de diferente costo, lo cual es un indicador de calidad están aprobadas y en uso en muchos otros países.
