De no ser la mayoría, por lo menos una buena parte de la droga que circula por el Caribe pasa por República Dominicana. Esa es la verdad, aunque duela que se diga. Si no es un bulto de las autoridades para dar muestras de eficiencia, son incontables los decomisos de cocaína y otras sustancias narcóticas de que con frecuencia se da cuenta. Para blindar puntos como el puerto multimodal Caucedo, donde habitualmente se detecta algún cargamento, el presidente Danilo Medina creó estos días un cuerpo especial de seguridad.
Desde hace tiempo se ha evidenciado que la seguridad para impedir el trasiego de cocaína y otras sustancias es muy vulnerable. La droga entre y sale del país en grandes cantidades. Más preocupante es el caso si como aduce William R. Brownfield, subsecretario adjunto de Estados Unidos para asuntos internacionales y de narcóticos, el tráfico de cocaína ha aumentado en la región del 5 al 9 por ciento. No hay que buscar pretextos para admitir la realidad, por más dolorosa que sea. Más bien pedir toda la ayuda que sea necesaria, en caso de que sea el problema, para combatir con eficacia el crimen de las drogas y todas sus secuelas.
El Nacional
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