Opinión

PUNTOS… Y PICAS

PUNTOS… Y PICAS

Carlos Manuel Estrella

Pasiones xenofóbicas

 

Los sucesos de Pedernales, luego de la muerte de una pareja de nacionales, son grave peligro para la paz pública, desborde de la pasión contra la inmigración haitiana y un desafío a la autoridad para evitar que degenere en situaciones peores y fuera de control.

Luego del deceso, atribuido a inmigrantes del vecino estado, un grupo de pedernalenses marchó por calles de su pueblo y usó un altavoz para convocar a la comunidad y emplazar a los haitianos asentados en su provincia a abandonarla en un plazo de 24 horas.

El desenlace fatal del suceso fue dos semanas después del hecho inicial y se convirtió en detonante en la remota provincia sureña fronteriza, debido a que la responsabilidad la atribuyen a vecinos haitianos aún no apresados.

Esta no es la forma de exigir justicia ante un crimen, ni de culpar un conglomerado de extranjeros que como toda inmigración lo que busca es oportunidades de trabajo y mejoría que no encuentra en su lar nativo, tal como ocurre con los dominicanos que abandonan el país.

La convocatoria a marchar y el emplazamiento para que los haitianos salgan de Pedernales fue registrado en vídeo que saltó a las redes sociales con carácter viral y que debe motivar respuestas firmes, institucionales y apegadas al orden jurídico por parte de las autoridades.

La incitación a alterar el orden público es ilícito tipificado en el Código Penal que en este caso entra en conflicto con la exigencia ciudadana, válida, de respuesta condignas al hecho consumado.

El Nacional

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