Opinión

QUINTAESENCIA

QUINTAESENCIA

¿Costos del TGC?

El rechazo que recibió el Tribunal de Garantías Constitucionales (TGC), presentado como Sala especializada e independiente, durante la primera lectura en la Asamblea Revisora se fundamentó en dos aspectos esenciales. Primero, que se registraban pocos casos para ser juzgados y, segundo, que por esa razón no se justificaba el costo que tendría esa nueva Jurisdicción para el Estado.

 Afortunadamente, la Comisión encargada de revisar lo aprobado en la primera ronda de la reforma, propuso que se volviera a discutir el TGC. En la segunda lectura tendrá que ponderarse nuevamente el tema. Esa es una gran noticia. Los dominicanos tendremos una oportunidad más de ver aprobado el auténtico defensor de la Constitución. Con el TGC se logrará el respeto a los derechos fundamentales, la institucionalidad, la seguridad jurídica y la democracia.

 Las principales fuerzas políticas y sociales están de acuerdo con la aprobación del TGC. Los asambleístas más conscientes lo impulsan como lo que es: una necesidad nacional. Es necesario persuadir a los que todavía no comprenden que el Estado Social y Democrático de Derecho es una ficción sin el TGC. El gran catálogo de derechos fundamentales que se aprobó en la primera lectura sería pura ilusión, retórica hueca y vacía sin ese Tribunal Constitucional.

 El argumento, esgrimido contra el TGC, de que se han presentado pocos casos en materia constitucional es una falacia. Sólo se tomó en cuenta la estadística de las acciones directas en inconstitucionalidad. Para los doce años en que se proyectó, es baja. Son 514. Pero queda un 40% pendiente de fallo. Eso no debe ser. El TGC no tendría esa mora judicial. Además, sus atribuciones no se limitarían sólo a conocer esas acciones. También conocería del control preventivo de los tratados internacionales; los recursos de casación incoados contra las sentencias dictadas en materia constitucional por los tribunales del orden judicial, y resolvería los conflictos de competencia entre los órganos públicos, cuando no exista otra vía de solución. Es una gran carga de trabajo. Y se incrementarán las acciones cuando las personas que habitan esta tierra de Duarte, Luperón y Caamaño se sientan protegidos por el TGC.

 Sobre el costo del TGC, que tanto preocupa a algunos, debemos saber que la democracia no es gratis. El costo del TGC es insignificante con relación a su productividad jurídica, material y espiritual. Sí, el TGC será altamente rentable. Basta con pensar que al proteger los derechos de las personas, éstas trabajarán más y mejor en los centros de producción. Lo cual aumentará la riqueza nacional y el PIB. La seguridad jurídica que brindará ese Tribunal, será apreciada por los capitalistas nacionales y extranjeros. Invertirán más capitales aquí. Se sentirán seguros. El TGC protegerá la dignidad y el decoro de las personas. La institucionalidad democrática se fortalecerá. Todo eso es muy productivo. Nada mejor. ¿Qué más se quiere?

El Nacional

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