La invitación que hizo el presidente de la República, doctor Leonel Fernández, al jurista Ramón Antonio (Negro) Veras para que le acompañara en el viaje que haría a Nueva York, con motivo de su discurso en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), fue una sorpresa para el abogado santiagués. Pero la aceptación de la invitación y la posterior publicidad que recibió la foto en que aparecen juntos en el Memorial a las víctimas del 11/S, alborotó las avispas políticas dominicanas.
Para el jefe del Estado, su comparecencia ante la ONU tenía en esta oportunidad trascendencia especial. Presentó en un escenario mundial sus ideas sobre la crisis económica global y la especulación de los alimentos y el petróleo. Es lógico que el Presidente quisiera contar en su comitiva con un personaje de la talla social y política de Negro Veras.
Es comprensible que para Negro Veras, como para cualquier otro ciudadano, la invitación del Presidente representara un gesto de reconocimiento y respeto. No había motivo insalvable para rechazarla. Estaba justificada por las relaciones cordiales que siempre han tenido, unido al compromiso asumido con éxito por el Gobierno a favor del esclarecimiento del vil atentado a tiros contra la vida de su hijo Jordi, que le costó un ojo a este joven abogado y comunicador, y a su familia todo el sufrimiento del mundo. Negro Veras pagó sus gastos de viaje.
Todos sabemos que entre el Presidente Fernández y el doctor Negro Veras no existe enemistad política. Tienen contradicciones ideológicas. Se reflejan en la visión que cada uno posee de lo que es un buen gobierno. Eso no es malo. Es bueno y enriquecedor. Negro Veras cree en el socialismo real como el mejor sistema posible y Leonel se maneja como estadista que actúa, cuidando con celo su práctica y discurso, en los parámetros que le permite esta democracia limitada y achacosa que tenemos.
Ahora bien, aquí se armó el avispero cuando algunos políticos interpretaron que Leonel Fernández había usado políticamente a Negro Veras. Entienden que el Presidente buscó mejorar la imagen del Gobierno con la del luchador social y antitrujillista que es el autor de Los Panfleteros. Garrafal error de los críticos. Subestimaron a sus blancos. Fallaron por partida doble. La inteligencia y don de gente de Leonel no le permitirían esa aventura. Jamás tendría resultado favorable frente a Negro Veras. Él no es manipulable. Tiene carácter y convicciones, dignidad y decoro, práctica y historia. Hacer semejante deducción es un irrespeto a la trayectoria de Negro Veras. Es desconocer su vida pública, consagrada a la defensa de las mejores causas del pueblo dominicano y del mundo.
Estos no son tiempos de la Guerra Fría. Los antagonismos políticos tienen hoy otras expresiones. La táctica y la estrategia se elaboran y se ejecutan según las condiciones. Olvidar las coyunturas es perderse en lo claro. Desagravio para el amigo Negro Veras. Lo merece.