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El Gobierno tendrá que prestar atención a las denuncias sobre el sistema de salud y las acciones que coordina el Colegio Médico Dominicano (CMD), para evitarse ruidosos conflictos sociales. Porque al insistir sobre el supuesto colapso y la privatización de los servicios de salud, la presidenta del gremio, Amarilis Herrera, ha anunciado la conformación de un amplio movimiento social para presionar a través de movilizaciones, paros y otros movimientos. Herrera, quien saludó la rehabilitación del hospital Darío Contreras y que el presidente Danilo Medina haya contactado la precariedad en que operan los centros médicos, ha insistido en que en los hospitales se cobra por estudios, cirugías y otros servicios, con el agravante de que tampoco se ha eliminado la cuota de recuperación. Si es como alega la presidenta del CMD algunas operaciones tienen que investigarse y otras corregirse cuanto antes para sanear un sistema sanitario que no responde las necesidades de la población y, para colmo, estaría plagado de vicios gerenciales y administrativos. Y demostrar con medidas eficaces que, a diferencia de que como dice Herrera, para el Gobierno sí es una prioridad la salud del pueblo. El aviso, pues, está dado.

Disenso superávit

Todavía se oyen voces que cuestionan el superávit por 15 mil millones de pesos que, como muestra de eficiencia,  ha exhibido el Gobierno en la ejecución presupuestaria del primer trimestre de este año. Si bien se ha considerado positivo la inversión de 9 mil millones de pesos para dinamizar la economía, figuras como el presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera, Víctor Castro, consideran que el superávit no ha debido ser a costa de sacrificar la inversión pública. Castro criticó que el Gobierno mantenga altos niveles de gastos corrientes, especialmente en “nóminas ominosas”. Quienes cuestionan los recursos acumulados y exhibidos por el Gobierno como si fuera resultado de su eficiencia administrativa alegan que la parálisis  no existiría si ministerios como Educación, Obras Públicas y Salud Pública no hubiesen dejado de invertir unos 10 mil millones de pesos en los primeros tres meses. Sin duda que el Gobierno tendrá que revisar su método.