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Fuego sospechoso

Cabe esperar que a estas alturas se cuenta al menos con alguna pista sobre el incendio que la madrugada del sábado afectó el local del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en San Pedro de Macorís. Para nadie es un secreto que las circunstancias que rodean el incendio se prestan a toda suerte de sospecha. Pero de ninguna manera se pueden determinar responsabilidades a priori. Al relacionarlo de inmediato con la   crisis interna, el incendio puede plantear  un nuevo giro a las inconformidades que ha dejado la convención de esa organización. La dirección del PRD considera que en el siniestro intervinieron manos criminales, y  las primeras sospechas no son hacia afuera, sino hacia adentro. Aunque cueste aceptar que algún perredeísta pueda ser capaz de una tan acción tan vandálica para perjudicar la imagen de ese partido. Pero se piensa que perredeístas disgustados podrían ser los autores de un incendio deplorable e inoportuno, que ojalá y sea investigado sin pasión, con el único interés de establecer responsabilidades. El caso en modo alguno debería quedar impune. Quizás sea necesario que las partes en pugna, que ya tanto daño han causado a la imagen del perredeísmo,  asimilen los efectos del siniestro.

Más le cuesta

Más le cuesta al vicepresidente de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), licenciado Celso Marranzini, investigar las denuncias sobre las supuestas fallas técnicas que se han denunciado en la controversial presa de Pinalito, inaugurada en julio por el Gobierno. Tras la alarmante sobrevaluación que se ha denunciado en  la obra, presupuestada  en 120 millones de dólares y concluida en 340, las supuestas fallas en una de las dos turbinas de que se ha dado cuenta causan mucha inquietud. Aunque la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana ha negado las fallas que habrían obligado a suspender las operaciones de Pinalito, procede que el administrador de la CDEEE efectúe una investigación seria y responsable para establecer la verdad sobre las condiciones de una presa de la que también se asegura que no aporta los 50 megas que se contrataron. Se espera que no pierda tiempo en la saludable tarea.