Por más que se diga que por su mejoría una persona sea capaz de todo lo legalmente posible, es mucho dinero los 350 mil y 400 mil pesos que dicen los repatriados de Grecia que les costó la aventura a la nación europea.Con ese capital cada uno podía iniciarse en la microempresa, pero prefieron arriesgarlo en una aventura incierta. El caso de esos 73 repatriados que se gastaron una fortuna para viajar a una nación, por demás víctima de una severa crisis económica, se presta a las más variadas conjeturas. Podía alegarse que la desesperación propicia toda suerte de errores, pero si una persona es capaz de pagar entre 350 mil y 400 mil pesos para trasladarse a cualquier destino, puede hacerlo también para algún proyecto comercial o productivo. Ahí entra el factor seguridad y confianza, por más hermosos que sean los pajaritos que le hayan pintado sobre la prosperidad instatánea al otro lado del Atlántico. Sabido es que las mafias que operan el negocio de tráfico humano se las arreglan para engatusar incautos, pero de ahí a desprenderse de sumas tan respetables hay un gran trecho. El caso de los dominicanos repatriados de Grecia invita a arreciar la persecución contra las redes de traficantes que estafan a gente que sueña con prosperar en la vida.
Guerra solapada
La renuencia del sector que lidera Miguel Vargas Maldonado para aceptar los resultados de la convención del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) ganada por Hipólito Mejía es solo uno de los conflictos que han sucedido al evento. También se ha dado cuenta de una guerra solapada contra prominentes dirigentes que en la recta final se decidieron por Mejía. Ha trascendido que el diputado y empresario David Collado, el más votado en todas las circunscripciones y quien dirigió la campaña de Mejía en el Distrito Nacional, se ha convertido en una de las víctimas. Ahora parece que además de reflexionar sobre su cuestionamiento a los resultados de la convención, Vargas Maldonado tendrá que controlar a sus seguidores. El caso de Collado es de los que más ha llamado la atención por tratarse de un joven muy comedido, que siempre ha propugnado por la institucionalidad del PRD y del país. Pero gente de Vargas Maldonado no le perdona que, en lugar de éste, se descantara por Mejía.