San Francisco de Macorís es una de las ciudades que más movimientos huelgarios ha registrado de un tiempo a esta parte. Como la que se realizó ayer, todas las huelgas han sido convocadas en demanda de obras prometidas o inconclusas. Pero la frecuencia pone a pensar que los paros van más allá de las demandas que enarbolan sus convocantes. La violencia que acompañan movimientos como el de ayer refleja una atmósfera muy conflictiva entre las autoridades y un sector de la población. Bombas de fabricación casera y disparos de armas hicieron que residentes en Pueblo Nuevo, Hermanas Mirabal, 27 de Febrero, San Martín y otros barrios se vieran compelidos a refugiarse en sus hogares y que el comercio cerrara sus puertas. Pero no se puede obviar el eco encontrado por el llamado en el transporte y las actividades educativas, entre otros sectores importantes. No se puede obviar el gesto de la Comandancia de la Policía que, antes que confrontaciones, optó por el diálogo con los convocantes. Sin embargo, las autoridades deben prestar atención al latido de una ciudad que no encuentra más medios que el de las huelgas, con sus secuelas de tensión, para hacer sus reclamos. Los conflictos son para dialogar y resolverlos.
Tono que confunde
El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) reaccionó con un tono que confunde al declarar que no era barrendero ni mensajero del Comando de Campaña de esa organización. Pero el candidato presidencial perredeísta no se lo tomó a pecho, aunque señaló que no ha contado en su campaña con el respaldo de Miguel Vargas Maldonado. Como para despejar cualquier malentendido, Hipólito Mejía reconoció que Vargas Maldonado se ha limitado en el actual proceso al plano institucional. De hecho, el presidente del PRD, si bien advirtió que nadie lo verá en una patana arengando a los electores, dijo que trabajará en la campaña desde el ámbito institucional. No hay que ser buen entendedor para aprehender el distanciamiento de Vargas Maldonado, quien incluso hasta llegó a lavarse las manos sobre el desenlace del actual proceso. El tono con que los dos se expresaron es muy elocuente sobre los escabrosas que son sus relaciones entre ambos. No hace falta más.