Los bonos sospecha legítima
La colocación de bonos soberanos o globales por 750 millones de dólares que ha hecho el Gobierno ha concitado rechazo en el litoral político opositor y aprobación del sector empresarial, aunque ambos expresan preocupación por el endeudamiento externo y el uso que las autoridades darían a esos recursos. La Comisión Económica del PRD cree que el gobierno emplearía el dinero de los bonos en la campaña electoral y advierte que el pago de intereses cada seis meses por esa deuda presionará el tipo de cambio. Dirigentes de asociaciones empresariales creen que esos recursos deben utilizarse en obras reproductivas, pero lamentan que haya que recurrir al endeudamiento para financiar inversiones. Hasta donde se tiene conocimiento los dineros contratados con esa emisión de bonos están comprometidos con la ejecución del Presupuesto Nacional, por lo que es menester darle seguimiento para que se cumpla con la Ley de Gastos Públicos.
Ejemplo de España
Lo que ha hecho el gobierno español para afrontar la aguda crisis económica debería servir de provechoso ejemplo a las autoridades dominicanas, que en su caso sería como para prevenir males mayores o aliviar percances presentes. El Palacio de la Moncloa emprendió un plan de economía con la eliminación de 29 empresas públicas y la supresión de 32 altos cargos, incluidos organismos autónomos y directores generales. La tasa de desempleo en España superó ya el 20 por ciento y aumentó en 286 mil personas, para situarse en 4,6 millones. Ante esa situación, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández, anunció el propósito de reducir la burocracia pública. Aquí ese ejemplo es válido, pues haría falta reducir el exorbitante número de ministros sin cartera, viceministros, asesores, ayudantes, cónsules, vicecónsules, embajadores adscritos y otras muchas botellas. No hay que tener la soga al cuello, como en España, para poner la casa en orden.