RADAR

Las diferencias que tanto han debilitado y desacreditado el movimiento sindical dominicano irrumpieron con fuerza en la asamblea de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se acaba de celebrar en Ginebra. En tanto Rafael Abreu, de la Central Nacional de Unidad Sindical (CNUS), acusó al Gobierno de violar la libertad sindical, Gabriel del Río, que formaba parte de la misión oficial, presentó el país como un paraíso para el ejercicio del sindicalismo. El ministro de Trabajo, Max Puig, había rechazado que el Gobierno viole la libertad sindical e indicó que los casos citados por el presidente de la CNUS han sido abordados con estricto apego a la ley. Pero, por su trascendencia, en modo alguno puede pasar inadvertida la confrontación entre los sindicalistas   en torno a la situación del movimiento obrero, nada menos que en la sede de la OIT. Después de todo, la atomización por intereses políticos, económicos o de otra índole ha sido una de las características del endeble y desacreditado movimiento sindical dominicano. No es casual, en consecuencia, lo  ocurrido en Ginebra, donde los llamados líderes obreros se han divivido en torno a la libertad sindical, un derecho frente al cual el Gobierno dice se ha avanzado como nunca.

A contar votos nulos

Al ordenar el conteo de los votos nulos y observados en 78 colegios del Distrito Nacional, la Cámara Contenciosa emite una auspiciosa señal en torno a la necesidad de transparentar los resultados de las votaciones del 16 de mayo. Si bien había garantizado que procedería con apego a la ley y la justicia, la decisión sobre el conteo de las boletas en los niveles congresionales y municipales habla muy bien del compromiso del organismo con sus funciones. No importa que el conteo no altere ni por asomo los resultados en el Distrito Nacional ni en otras demarcaciones. Lo significativo es que al menos esa fase del sufragio se dilucide y transparente conforme a la voluntad del electorado. Con el fallo la Cámara Contenciosa valida el derecho de partidos y candidatos que han apelado al organismo para que se despejen alegados nubarrones que habrían incidido en los resultados. De la misma forma en que acogió algunos alegatos de esa misma manera también ha rechazado otros.