En alas del chavismo, el presidente Nicolás Maduro ha partido como favorito para ganar las elecciones del día 14. Maduro, un antiguo conductor de autobuses y dirigente sindical, ha tenido en la memoria del finado presidente Hugo Chávez su principal punto de apoyo frente al candidato opositor, Henrique Capriles.
Antes que desmarcarse e imponer su propio sello, el antiguo canciller y vicepresidente de la República se ha abrazado al estilo chavista hasta en la retórica contra Estados Unidos del finado mandatario. Sin embargo, Capriles, aunque ha subrayado las desventajas con que compite, se ha mostrado optimista.
Nosotros no tenemos recursos, pero tenemos la esperanza de un pueblo que quiere salir adelante, expresó Capriles en el inicio de su campaña. Ambos candidatos han moldeado sus discursos para captar el respaldo del electorado. Mientras Maduro asegura que iluminado por el espíritu de Chávez luchará contra los acaparadores para lograr la meta de la eficiencia y la eficacia, Capriles sostiene que no se trata de combatir a alguien, sino de unificar a Venezuela. Como pinta el panorama, tendrá que hacer un esfuerzo heroico para diluir el sentimiento victorioso que germina en los herederos de Chávez.