RADAR

Desafíos a la vista

Concluidas las fiestas navideñas con la celebración del Día de Reyes son muchos los desafíos que de ahora en adelante tendrá que enfrentar la nación, con el Gobierno a la cabeza. Enunciados y simple optimismo no bastan por sí solos para reactivar la economía, afrontar dramas como el problema eléctrico y restaurar la seguridad y la confianza en la población. Las autoridades tendrán que pasar de las palabras a los hechos, pero con acciones tanto concretas como bien concebidas, privilegiando siempre los intereses nacionales. Las navidades, que muchos dicen que no quieren recordar, pueden ser un buen barómetro sobre las iniciativas para superar los muchos males que asolaron a la nación en 2009.  El Día de Reyes ha marcado la despedida de las fiestas y el comienzo formal de las labores productivas, con un camino que no está tan despejado como se quiere dar a entender. La gran tarea, sobre todo de las autoridades, está en convertir en realidad el optimismo de que hacen gala, así como trocar el pesimismo que cunde en amplios sectores. La activa participación de todos los entes es fundamental para superar los desafíos que afronta la nación, sobre todo con un panorama internacional todavía plagado de interrogantes.

Regino baja duro

El sacerdote jesuita Regino Martínez,  director de Solidaridad Fronteriza, ha bajado con inusitada fuerza contra el Gobierno. Tras criticar el silencio del presidente Leonel Fernández frente a los escándalos, el religioso vaticinó que el narcotráfico, la corrupción y la impunidad tumbarán la careta democrática que dijo ha vendido el Gobierno.  El padre Regino se ha caracterizado por sus fuertes pronunciamientos, pero en esta ocasión el tono  ha sido más elevado.  Según el sacerdote en el país no hay democracia. “Esto -dijo- es una gatocracia: hacer lo que le da la gana y permitirle lo que la gente quiera”. Exhortó al presidente Fernández a que actúe democráticamente “asumiendo su responsabilidad y aplicando la ley, empezando por él mismo y sus funcionarios para la seguridad y tranquilidad de todo el pueblo dominicano”.  Con la audiencia de que goza el religioso la descarga, por demás incisiva, no es como para dejarla pasar por alto. Merece que se le preste atención.