SAN JUAN DE LA MAGUANA. De trascendente e histórico definió la familia de Orlando Martínez el acto en que el museo Plaza Orlando Martínez galardonó con el premio Ética y Moral del Periodismo Dominicano, a los periodistas Rafael Molina Morillo, Bienvenido Álvarez Vega y Juan Bolívar Díaz Santana, celebrado el sábado en esta ciudad, y al que asistieron comunicadores, historiadores, representantes de entidades de la Sociedad Civil y autoridades militares y policiales.
El salón del anfiteatro resultó pequeño para alojar a cientos de personas que se dieron cita en dicha actividad, muchas de las cuales, al ser consultadas, informaron que es uno de los actos de mayor trascendencia que se realizan en honora a Orlando Martínez.
Rossi Terrero, directora del museo Plaza Orlando Martínez, en una breve intervención exhortó a los periodistas en ejercicio y los que se incorporarán en el futuro, a imitar al asesinado comunicador y a usarlo como referente en la sociedad dominicana.
En el acto de recordación de cumplirse 38 años del asesinato del autor de la columna Microscopio, celebrado en el anfiteatro Ingeniero Sinencio Ramírez Suazo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), también recibieron reconocimientos Alicia Ortega, el doctor Juan Castillo Pantaleón, Luis Pérez Nova, Rubén Zabala Moreta, Pedro Segura y el ingeniero Johnny Jones, secretario general de la Liga Municipal Dominicana (LMD), por la colaboración de esa entidad en la construcción de la Plaza Orlando Martínez, en la intersección de las calles Pedro José Heyaime con 16 de Agosto, de esta ciudad.
En representación de la familia Martínez Howley, los ingenieros Nilson y Sergio, juntos frente al podium, no pudieron ocultar las lágrimas, principalmente porque en dicho acto estuvieron presentes decenas de personas allegadas al asesinado periodista de Las Matas de Farfán, incluyendo tres de sus profesoras de primaria, las licenciadas Alba Iris Bautista, Mercedes Mateo y Clara Beras.
Cuando nos invitaron a estar presentes aquí hoy, en representación de nuestra familia, de nuestro inolvidable hermano Orlando, nunca nos imaginamos que este acto tendría la magnitud que tiene, que sería trascendental, histórico, con el que se recuerda a un hombre que nunca claudicó, que escribió en base a sus creencias, y tenemos que felicitar y agradecer a la alcaldesa arquitecta Hanoi Sánchez Paniagua por la idea y el montaje de esta actividad que nos reconforta, nos da valor, y para decir que Orlando vive y vivirá para siempre, expresaron Nilson y Sergio Martínez Howley.
El doctor Rafael Molina Morillo, hizo una síntesis de la relación personal y de trabajo con Orlando Martínez Howley, cuando lo incorporó como redactor de la Revista Ahora y luego a El Nacional de Ahora, ambos medios de su propiedad, resaltando que en las incontables reuniones que sostuvo con el asesinado periodista, nunca le llamó a la atención para nada, hablamos de todo, de política, de economía, de la situación que imperaba en el país, del atentado terrorista perpetrado en las instalaciones de la Revista Ahora hasta su muerte.
Pero, lo que provocó lágrimas de casi todos los presentes y un cerrado aplauso de un minuto, fue cuando el ingeniero Sergio Martínez Howley, sin anunciarlo, con una funda de papel en la mano derecha, subió a la plataforma, se acercó al podium y anuncio que en este momento me desprenderé para que sea depositado en el museo de mi hermano en esta ciudad, un pote conteniendo la poca sangre que pudimos recolectar de Orlando en el mismo lugar donde fue asesinado, el 17 de febrero de 1975, al igual que uno de los sacos de vestir que usó.
Otras personalidades presentes en el acto, monseñor José Dolores Grullon Estrella, obispo de la diócesis de San, Azua y Elías Piña, Mateo Aquino Febrillet, rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, doctor Luis Seker Ortiz, los exsenadores por esta provincia, licenciado Ramón de la Rosa Mateo, doctor Manuel Aliro Bello Abreu y la profesora Josefina Portes viuda Valenzuela.
Bienvenido Álvarez Vega, Juan Bolívar Díaz Santana y Rafael Molina Morillo, al hacer uso de la palabra, por separado tras recibir la distinción Ética y Moral del Periodismo Dominicano Orlando Martínez, coincidieron en resaltar los dotes morales y la convicción ética con la que siempre el comunicador predicó y practicó hasta su muerte.
Bienvenido Álvarez Vega dijo que es la primera vez desde que se graduó en comunicación social en la UASD, que visita el interior del país para recibir un reconocimiento, pero que en esta ocasión lo hice por tratarse de a quién está dirigido, un mártir del periodismo, con quien cultivé una buena amistad y a quien considero, al igual que de seguro todos mis colegas presentes y ausentes, como un referente de honestidad, decoro e integridad.