El presidente Danilo Medina apostó en su discurso de inicio de campaña, donde fue proclamado como candidato a la reelección por su partido y otras organizaciones a que el próximo año República Dominicana sería una nación digital.

Su propuesta de dotar de una computadora a cada estudiante del sector público será el aporte del Estado a la educación, además de que colocaría al país a niveles similares a otras naciones de la región. Uruguay y Chile los hicieron hace cinco años.

Sin embargo, en el país tenemos algunos inconvenientes que superar antes de embarcarnos en un proyecto tan ambicioso. Estamos hablando que habrá que adquirir casi tres millones de computadoras para suplir a estudiantes y profesores.

Todo luce muy hermoso, pero los responsables del proyecto deben tener en cuenta que para operar una computadora hay que garantizar energía eléctrica y acceso a la internet de manera permanente. Nada de eso está garantizado en las escuelas públicas e incluso en muy pocos colegios privados.

Hace unos meses, el licenciado Gedeón Santos, presidente del Indotel, reveló que tenía en carpeta un proyecto que incluye el ensamblaje de computadoras en el país, sólo adquiriendo las partes en el extranjero, así como la creación de un sistema operativo que se denominaría Linux Mangú que se colocaría en las nubes gratis para los centros educativos e instituciones gubernamentales.

El proyecto de Gedeón, que tiene mucha relación con la propuesta de Danilo, generaría miles de empleos y contribuirá a la formación técnica de miles de jóvenes. Creo que Danilo debe consultar con Gedeón sobre los proyectos que el funcionario tiene en carpeta para mejorar la calidad de la formación de los estudiantes dominicanos.

En materia digital el presidente del Indotel sabes lo que el país tiene que hacer para salir del analfabetismo digital.
Creo que el proyecto de Gedeón, al que hay que agregar mis pymes conectadas y hogares conectados, también de su autoría puede bien encajar con los deseos del mandatarios de que en el 2020 podamos decir al punto que tenemos un país digital, en todos los sentidos.