CHICAGO, EU. AFP. Los equipos de rescate buscaban el sábado sobrevivientes en un remoto bosque de Arkansas (sur de EEUU), un día después de una devastadora y «súbita» inundación provocada por fuertes lluvias que dejó al menos 18 muertos, mientras se desconoce el número de desaparecidos.
Los equipos de rescate recuperaron el sábado dos cuerpos más, elevando a 18 el balance de muertos, dijo a la AFP Matt DeCample, portavoz de la oficina del gobernador de Arkansas.
Sobrevivientes contaron que un torrente de agua anegó el Bosque Nacional Ouachita (de 700.000 hectáreas) sorprendiendo durante la noche a acampantes y familias albergadas en cabañas de montaña, al inicio de las vacaciones del verano boreal.
Los funcionarios, que aun tenían esperanzas de encontrar más sobrevivientes, consideraron imposible saber cuántas personas estaban desaparecidas, porque el camping Albert Pike, la zona más afectada del parque, carecía de un sistema de registro, y en los otros puntos los registros fueron arrasados por el agua.
«Nuestra sensación es que había unas 300 personas» en los lugares, dijo Chad Stover, portavoz del departamento de gestión de emergencias del sureño Estado de Arkansas. Y agregó que tampoco estaba claro cuánta gente logró escapar de la zona.
El gobernador de Arkanzas, Mike Beebe, dijo que 15 de los muertos fueron identificados, incluidos «varios niños».
La senadora de Arkansas, Blanche Lincoln, que se disponía a recorrer la zona junto con el secretario de Agricultura Tom Vilsak, señaló que la remota ubicación del bosque dificultaba las tareas de rescate.
«No hubo casi tiempo de advertir a nadie en el lugar», dijo a la cadena CNN, y agregó que «el servicio de (telefonía) celular es, en el mejor de los casos, irregular».
Stover dijo que se estaba enviando a la zona equipamiento para mejorar la recepción de los teléfonos celulares con la esperanza de que aquellos sobrevivientes atrapados pudieran pedir ayuda.
Beebe contó que el agua de lluvia corría colinas abajo hacia los valles donde la gente acampaba, elevando el nivel del río, de un metro al amanecer, a siete metros tres horas después.
«He visto otras inundaciones, pero nunca he visto al agua provocar este tipo de daños», dijo Beebe en un comunicado tras visitar los lugares afectados.
El viernes, tres helicópteros participaron en las tareas de búsqueda, junto a los equipos de rescate a pie y a caballo.