SANTIAGO.- La limpieza de esta ciudad, debido a la oportuna recogida de los desechos sólidos en camiones compactadores, sumada al aseo de calles y avenidas por parte de empleados de la sindicatura, se muestra como uno de los puntos luminosos de la administración del alcalde Abel Martínez.
Visitar Santiago ahora nos hacer recordar los años dorados de esta ciudad.
No importan las horas y lugares donde los obreros del departamento de Limpieza del cabildo se vean precisados a llegar para retirar los desperdicios de las vías públicas, pues por igual el trabajo se realiza con el mayor esmero y entrega posibles.
El mantenimiento de la limpieza de la ciudad se percibe tanto en el centro como en los barrios marginados y sectores residenciales, lo que ha devuelto a Santiago el perdido orgullo de ser la comunidad más limpia y organizada del país.
Para mantener de esa manera la ciudad, el alcalde Martínez dio a conocer esta mañana que a diario se utilizan 84 camiones recolectores, 16 de ellos del cabildo y los demás de las empresas privadas Conwaste, Comlursa y Urbaluz.
Dijo que esa cantidad resulta suficiente para mantener la ciudad despejada de desperdicios, gracias a una frecuencia establecida, aún incluso en situaciones de emergencia.
En el éxito de la misma tienen gran importancia casi dos mil personas que cada mañana de 6:00 a 10:00 tienen la misión de barrer las calles y avenidas, recolectar los desperdicios y depositarlos en lugares estratégicos donde posteriormente son recogidos por los camiones.
Con el objetivo de obtener los mejores resultados de limpieza y aseo, el referido departamento municipal, dirigido por Osvaldo Vargas, ha divido en 12 zonas el perímetro urbano, lo que permite un mayor control y vigilancia.
También han sido colocados zafacones para desperdicios en todo el centro de la ciudad, lo que permiten a los transeúntes depositar allí pequeñas cantidades de basura, que luego son recogidas por los camiones.
Mientras decenas de hombres, a bordo de los camiones compactadores, retiran los cúmulos de desperdicios, casi dos mil personas (muchas de ellas mujeres) con escobillones, carretillas y otros implementos, recogen los desperdicios que encuentran mientras limpian las calles y avenidas.
Rosanna Suriel, una de las supervisoras de zonas, explicó que el sistema no solo permite mantener limpia la ciudad, sino que se refleja en una mayor garantía de salud para la ciudadanía.
En la positiva imagen que ahora se observa en todo el entorno de la ciudad, gracias a su limpieza, también se suma el asfaltado en barrios y el centro realizado hace algunos meses por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones.
Concomitantemente con esa labor también se resalta las señalizaciones verticales y horizontales de calles y avenidas, en las que también se ha involucrado la Alcaldía, lo que redunde en beneficio de conductores y peatones.
