El Nacional
Un nuevo estilo de protesta se ha afianzado en las calles y plazas de Santo Domingo, resultante de una combinación del compromiso de la juventud, el uso de la comunicación por internet, la cruda realidad social y la reacción contra la pasividad frente a actitudes que han creado escándalo.
Eugenio Perdomo, uno de los organizadores del movimiento Toy Jarto afirmó que la marcha del pasado sábado en la zona colonial, es la muestra del ánimo de una juventud que ha decidido reaccionar ante los escándalos que considera se han producido y que involucran los recientes indultos, la decisión de la Suprema Corte de Justicia sobre el caso Sun Land, los hechos relacionados con el narcotráfico y el reparto de beneficios no autorizados por parte de la Cámara de Cuentas.
«No somos comunistas ni nada por el estilo, somos dolientes de nuestro pueblo y estamos jartos del abuso. El comunismo, como toda posición extrema y demás ismos, afortunadamente han sido superados por la sociedad humana en avanzada, a pesar de esto muchos líderes someten a sus pueblos a extremos que afectan a su gente y basan la permanencia del sistema en falacias que se derrumban con el tiempo», dijo a El Nacional.
Perdomo anunció que el 7 de Febrero próximo se realizará la manifestación «Un Zapatazo contra los corruptos», de la cual se ofrecerán los detalles más adelante. Como en las demás actividades anteriores los blogs tendrán un papel importante en la convocatoria y promoción.
La caminata efectuada el sábado en la tarde por la calle El Conde y que fue titulada «Toy Jarto, pero creo en mi país, fue una especie de vía crucis deteniéndose en puntos históricos de la zona colonial. Se inició en el parque Independencia y concluyó en Plaza España, haciendo paradas en lugares como el edificio Copello, en que operó la presidencia de la República en Armas, durante la Revolución Constitucionalista.
La marcha fue seguida paso a paso mediante mensajes de Internet en los blogs «ahíequeprende.com» y http://toyjarto.wordpress.com/
«Lamentablemente en países como el nuestro, la corrupción soslaya esas posibilidades, pues mientras los ministros se enriquecen burdamente sometiendo a sus pueblos a hambre y miseria, privándoles de salud adecuada, educación real y fomentando antivalores cívicos para auto justificarse; la gente como nosotros callamos indolentes, viendo como se promueve la impunidad», indicó el joven Perdomo.
Sostuvo que ha llegado el momento de decirle no a estos hechos y de participar activamente, ya que se requiere de cambios estructurales de dimensiones nunca antes vistas.
«Hay que exterminar la corrupción, ese debe ser el objetivo de cada dominicano, empezando desde que se levanta en las mañanas y se incorpora, actuando de cara al sol, con el orgullo del bien hacer. Sólo así saldremos de este charco, de este círculo vicioso que debiera más que asquearnos, de tanta pestilencia», apuntó finalmente