JOHANNESBURGO. AFP. Un multitudinario concierto lleno de superestrellas, entre ellas la colombiana Shakira, en el estadio Orlando de Soweto y una gran fiesta para los aficionados en Ciudad del Cabo, sólo empañada por tres heridos, abrieron ayer la gran fiesta del Mundial de Sudáfrica. «¡Sudáfrica es un escenario! ¡Sudáfrica es rock! ¡Sudáfrica es genial!», lanzó el presidente sudafricano Jacob Zuma, de 65 años, con una bufanda con los colores de la nación arco iris al cuello, a los 35 mil espectadores asistentes al concierto, en el famoso barrio negro de Johannesburgo. «Africa está demostrando de lo que es capaz», añadió Zuma, acompañado en el escenario por el presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Joseph Blatter, que no dudó en asegurar que «¡este es el auténtico saque inicial!» del Mundial que se abrirá oficialmente el viernes. «El fútbol no es sólo un juego, el fútbol conecta a la gente», aseguró el presidente de la FIFA, a unas horas del partido inaugural, el viernes a las 16h00 locales (18h00 GMT), entre Sudáfrica y México en el estadio Soccer City de Johannesburgo, al que seguirá el Francia-Uruguay a las 20h30 locales (18h30 GMT) en el nuevo estadio de Green Point en Ciudad del Cabo (sudoeste). Miles de personas vestidas con los colores oro y verde de los ‘Bafana Bafana’, el equipo nacional sudafricano, llenaron el estadio, en el que también ondeaban banderas de todos los países participantes en la gran fiesta del balón. Sin embargo, muchos se quedaron con las ganas de utilizar las vuvuzelas, las ya famosas trompetas utilizadas por los aficionados sudafricanos, que fueron confiscadas a la entrada para no estropear la música. Para el inicio del Mundial, el viernes, «¡puedes multiplicar esto por 100! Todo el país va a ir» al Soccer City, dice Pieter van Rooyen, que condujo durante cuatro horas para ver el concierto. Los Black Eyed Peas se encargaron de abrir el espectáculo con su famoso «Pump it» antes de pasar al no menos célebre «I’ve got a feeling», tras el que siguieron las notas de canciones como «L camisa negra» del colombiano Juanes o las actuaciones de artistas como Alicia Keys, junto a estrellas africanas como la beninesa Angélique Kidjo, los malienses Amadou y Mariam o el Soweto Gospel Choir. La colombiana Shakira, vestida con una malla negra y blanca y a golpe de cadera, levantó los ánimos del público con «Waka Waka» (le toca a Africa), el himno oficial del Mundial, antes del cual había recordado «Hips don’t lie», la referencia musical del Mundial de Alemania en 2006.
Mientras, en el otro lado del país, los aficionados se reunieron en otra fiesta en un «fan park» en la plaza del ayuntamiento, que se vio empañada por una aglomeración de gente que causó tres heridos, entre ellos un policía. La famosa plaza donde Nelson Mandela pronunció su primer discurso como hombre libre en 1990 estaba llena de gente deseosa de festejos y, una vez controlada la aglomeración, la música empezó a sonar detrás de varias filas de policía con escudos. El primer presidente negro de Sudáfrica fue recordado en una serie de imágenes en el estadio de Soweto, donde hasta el premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, a sus 78 años, se acercó al escenario para mostrar su felicidad de ver a Sudáfrica acoger un Mundial, el primero organizado en suelo africano.