Deportes

Siempre con la verdad

Siempre con la verdad

Ramón Rodríguez

Un pacto trascendente (2)
En la República Dominicana se ha perdido la hermosa y valiosa tradición de debatir. Recuerdo los históricos debates en nuestra Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde era casi un acto de honor oír y respetar los argumentos de los participantes en los minutos acordados.

Qué falta nos hace el viejo barbudo de Carlos Marx y sus novedosos conceptos. En el deporte nacional no se están debatiendo los temas deportivos a profundidad. Excepto Heriberto Morrison, Don Leo Corporán
y uno que otro columnista, son pocos los que se preocupan en poner sobre el tapete, el debate sobre una verdadera estrategia deportiva y los ejes fundamentales que concretizarán una real
y efectiva política de  Estado en materia de deporte que beneficie
a nuestra población.

Pienso que esta vez no habrá escapatoria. Estamos compelidos a debatir. Y lo expreso, porque el acuerdo firmado por los Misterios de Educación y Deportes, nos obliga a indagar y debatir sobre el verdadero alcance de este convenio que busca una verdadera revolución en materia de educación y deporte.

Dije y reitero, que este acuerdo firmado por Danilo Díaz y Andrés Navarro, expresa la voluntad política del jefe del Estado, Danilo Medina, quien se ha tomado muy en serio su proyecto de Revolución Educativa.
Y qué bueno que haya encontrado el camino más expedito: los centros educativos y los deportes. Pienso que el desempeño de ambos funcionarios será vital, pues el proyecto es muy ambicioso y abarcador. Trabajar con niños y formarlos íntegramente, requiere de una labor titánica y con equipos de trabajo bien formados, con clara conciencia de cual es la meta.

Tanto Danilo Díaz como Andrés Navarro, quienes se han convertido en dos columnas vitales para el relanzamiento del gobierno de Danilo Medina, no pueden permitir que ese acuerdo se convierta en un “Pacto Mojado”, como le decía Hitler a los acuerdos incumplidos.

Y para eso, hay que debatir, hay que explicar forma y fondo del proyecto. Hay que definir el rol del Comité Olímpico. Hay que romper la inercia de algunos federados. Hay que integrar a los clubes deportivos. Necesitamos saber más sobre los clubes escolares y el rol que van a desempeñar. Como se puede apreciar, no es tan fácil.

Es más, aun teniendo los recursos disponibles, se requiere de capacidad técnica y un personal con voluntad de lograr los cambios que ya demanda el deporte nacional.
Lo repito: el deporte está en un buen momento.

Danilo Díaz goza de una gran aceptación, pero quizás, el mayor agradecimiento a su gestión: será el que haya logrado, a su salida como ministro de Deportes, el orden en nuestra pirámide olímpica, para garantizar que no se cuelen presidentes de federaciones que sólo pueden exhibir mucho dinero, pero que nunca han jugado ni “taquito” y por lo tanto, constituyen un estorbo en el desarrollo del deporte nacional.

Pienso que ambos Ministerios deben crear las condiciones para profundizar más sobre el pacto y definir algunas estrategias que puedan enriquecerse en un diálogo abierto y participativo. Yo creo en el debate.

El Nacional

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