Editorial

  Solución integral

  Solución integral

Cualquier iniciativa que procure afrontar la dilatada crisis del sector eléctrico  debe armonizar con un programa integral y armónico que debería ser el resultado de una tormenta de ideas y propuestas consensuadas mediante un pacto político, económico y social.

Si la razón fuera  fracaso o inoperancia, la propuesta de liquidar a la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) habría que extenderla a las distribuidoras y generadoras de electricidad, pues todos los intervinientes son o han sido responsables en mayor o menor medida del holocausto.

El deseado pacto para el abordaje de la crisis  eléctrica no debe ser contaminado por prejuicios relacionados con privatización o estatización del sector, aunque  es claro que al Estado corresponde procurar junto al sector privado, nacional o extranjero, la medicina que conlleve a una cura definitiva.

A los economistas Luis Vargas y Apolinar Veloz se les atribuye sugerir “la liquidación” de la CDEEE, bajo el criterio de  que  esa disposición está contenida en la Ley General de Electricidad, pero resulta que cualquier remedio que se dispense para  conjurar el malestar del  sector eléctrico requiere  pasar por una modificación de ese estatuto.

La pregunta de por qué el Estado debe “regalarle” a esa institución US$500 millones, debería ser respondida con el señalamiento de que en realidad serán 750 millones de dólares y que esa transferencia presupuestal se realiza para suplir pérdidas de  las estatizadas distribuidoras de electricidad que recuperan menos de un 70 por ciento de la energía que colocan en línea.

Son muchos los factores que inciden en agravar la crisis del sector eléctrico y, por tanto, múltiples las recetas en procura de solución integral, por lo que sería remedio peor que la enfermedad pretender enfocarse en extirpar un solo órgano, bajo la premisa de que es  el único gangrenado, si es que lo está.

Renegociar de manera administrativa con los generadores  fórmula sobre medición de costo y rentabilidad, prioridad en el uso y consumo de  generación de menor costo, instalación de una central única de importación de combustibles,    conversión inmediata de la  generadora Cogentrix  al uso de gas natural  e inicio de  la instalación de al menos dos plantas que generen 300 megavatios cada una, son apenas algunas de las iniciativas que  formarían parte del deseado pacto.

Liquidar o no al holding eléctrico estatal no tendría ninguna validad si no se incluye como parte de un programa integral de recuperación  del sector eléctrico, a menos que se trate de algún subterfugio para  colocar  al elemento privatización como pieza angular de  cualquier solución, como se ha pretendido con el Banco de Reservas.

El Nacional

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