Acentúa el temor y convoca la atención de las autoridades tiroteos como el ocurrido en un centro de diversión de La Romana, en que fueron muertas dos personas. Es inimaginable que uno de dos hombres armados que se presentaron a una discoteca en un car wash descargara el peine de una metralleta sin ningún objetivo, solo por el placer de disparar.
Y más cuando según la versión de la propia Policía los dos hombres estaban acompañados de otras personas que los aguardaban en un vehículo Honda Accord. Si es así, entonces la población está a expensa de psicópatas que matan por matar.
Parece más probable que los victimarios de Juan Bartolomé Benjamín Febles, de 49 años, y Rafael Ramírez, de 48, persiguieran a alguien con la determinación de matarlo donde lo encontrasen. Ahora, eso de llegar armado y comenzar a disparar en un centro de diversión, sin medir las consecuencias, describe la inseguridad, aumenta el pánico y resquebraja el principio de autoridad.
El Nacional
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