Gracias UDESA
Alguien dijo que los logros de una organización son el resultado de los esfuerzos combinados de cada individuo, lo que quiere decir que el esfuerzo individual no tiene valor sino cuando se une con el esfuerzo de los demás, y toda entidad como (UDESA) se hace más meritoria con los aportes de cada uno de ustedes.
Cuando la vida le permite a alguien trillar medio siglo realizando una actividad, parece mandatorio que se piense que prevaleció la dignidad, la responsabilidad y el decoro, al dinero mal ganado y a la inconducta afrentosa, que al final de cada noche debe atormentar la conciencia, con un silencio acusador. Y no faltaran aquellos que digan que esa persona fue tonta, por no utilizar un término grosero.
No hemos sido perfectos y jamás lo seremos. Nadie lo es.
Y no seríamos honestos con nosotros mismos, si tratáramos de esconder los defectos cometidos en nuestra vida profesional o personal, y solo quisiéramos exhibir nuestros aciertos.
Creemos que todos tenemos que ser los jueces mas implacables de nuestros propios actos por el tránsito de la vida, y si una institución como es el caso de (UDESA), toma la decisión de otorgar en vida un reconocimiento a alguien, ello tiene que consolidar nuestra obligación de no defraudar jamás a quien nos honra, porque no serán nunca las placas con nuestros nombres, ni tampoco las medallas que portemos, ni los reconocimientos que recibamos, lo que nos hagan sentir engrandecidos, sino que lo que debe importar es el logro del deber cumplido.
Es por esto que recibimos y aceptamos muy agradecidos este reconocimiento de (UDESA), que seguro ustedes, cada uno de ustedes no lo verán solamente como una distinción a la longevidad en el oficio del periodismo deportivo, sino al supremo sacrificio que implica el tratar de cruzar el fangoso charco social, con las menores manchas de lodo posible.
A estas alturas y ya camino a la postrimería de la profesión, reconocemos que la expectativa nos ha traído decepciones, pero las decepciones nos han traído su sabiduría y que la gratitud me ha depositado en la cuenta del banco invisible pero real de la vida, un dinero moral que no tiene precio, el que no cambio jamás por ninguna fortuna física.
Aprecio, muy sinceramente, y me hace sentir más contento que orgulloso, lo que esta tarde ha hecho (UDESA) al otorgarme este reconocimiento, valorando mi aporte como periodista deportivo, a la juventud del país y en especial a la de Santiago.
Señores de (UDESA), sírvanse aceptar el agradecimiento de mi familia, de mis amigos y el mío por el galardón del que somos recipientes, prometiéndole a ustedes y a Santiago que el proceso de ascensión a las cumbres de la superación periodística se mantendrán de manera vitalicia en las alas de mi intelecto, para beneficios del deporte.
Dejo como reflexión, no solo para ustedes, sino también para otros colegas que pudieren ser homenajeados en el futuro por esta institución, un pensamiento que termino de escribir:
“Actúen con honestidad y no se defrauden a sí mismos pensando que el dinero lo compra todo y que es lo que produce la mayor satisfacción en la vida.
Trabajen sin pensar en ser reconocidos, para que disfruten plenamente el día en que se tomen en cuenta sus méritos.
Tomen tiempo y deténganse a pensar más sobre sus errores que en sus logros.Y tengan siempre presente que uno puede devolver un préstamo de oro, pero estará en deuda de por vida con aquellos que honran nuestros esfuerzos”.