El comisionado de béisbol de Grandes Ligas suspendió por 211 partidos a Alex Rodríguez, estelar antesalista de los Yankees de Nueva York, y con cincuenta juegos a otros 12 jugadores, nueve de ellos de República Dominicana, por su conexión con la clínica Biogénesis vinculada con suministro y tratamiento de esteroides.
Sin objetar el deber de Major League Baseball de sancionar el uso o consumo de sustancias prohibidas que elevan el rendimiento de peloteros en el terreno de juego, es obvio que el castigo impuesto a Rodríguez ha sido excesivo o desproporcionado, aun con las acusaciones agravantes de intentar obstruir las investigaciones.
Es por eso que en Estados Unidos se consolida la sospecha de que contra Alex Rodríguez se ha urdido un complot con ramificaciones y consecuencias mayores que las referidas a una suspensión por dopaje, porque de lo que se trata es de sacarlo cuanto antes del béisbol.
Con la suspensión de 211 juegos, Rodríguez estaría fuera el resto de la temporada y toda la estación del 2014, con lo cual la gerencia de los Yankees no tendría que pagarle unos 37 millones de dólares, de un contrato de US$ 257 millones, lo que constituye la mayor evidencia de esa confabulación.
Representantes del jugador han denunciado que la compañía que ha asegurado ese contrato ofreció la friolera de ocho millones de dólares al gerente general de los Mulos del Bronx para que obstaculizara el retorno del jugador ya recuperado de una operación de cadera, hasta la vigencia de una suspensión que siempre fue crónica anunciada.
Conforme a la trama denunciada por Rodríguez y sus abogados, la historia debería concluir con una larga suspensión que virtualmente obligue al retiro del jugador a los fines de que los Yankees y la aseguradora se ahorren entre 37 a cien millones de dólares.
Duele saber que de los 14 peloteros suspendidos por dopaje, 13 son latinos, incluido nueve dominicanos, estadística que debería llamar la atención de autoridades y relacionados con el béisbol, porque tal parece que los jugadores estadounidenses no consumen sustancias prohibidas para incrementar el rendimiento.
La violación a reglas de las Grandes Ligas supone riesgo de sanción, por lo que los peloteros suspendidos que no recurrieron en apelación han entendido que la suspensión fue justificada, pero en el caso de Alex Rodríguez, su decisión de recurrir en arbitraje la decisión del Comisionado Bud Selig, constituye clara señal de que en su contra se urde una trama mayor.