LA HABANA, (AFP) – Luego del dramático accidente aéreo del pasado 18 de mayo en el que murieron 112 personas, Cubana de Aviación anunció una reducción de sus vuelos nacionales, aunque descartó que esta medida tenga vínculos con el siniestro.

Una nota oficial de la aerolínea estatal, publicada en la prensa local, señala que “fueron cancelados los vuelos con destinos a Camagüey, Moa, Manzanillo, Bayamo y Guantánamo”, sin mencionar las motivaciones de esa decisión.

Igualmente fueron “modificados” los vuelos entre La Habana y las orientales ciudades de Holguín y Santiago de Cuba a una frecuencia diaria, de dos que tenían hasta ahora, “excepto los sábados que no se realizarán vuelos” a estos destinos.

En otra nota, publicada posteriormente, la aerolínea destacó que estas cancelaciones y ajustes “obedecen a que actualmente no se cuenta con la cantidad de aeronaves necesarias para cubrir la totalidad de los vuelos”.

Asimismo, “es resultado de problemas que se han agravado durante los últimos meses, referidos entre otros, a la contratación de piezas de repuesto y reparación de aeronaves, que en muchos casos deben realizarse en el exterior”, añadió.

La aerolínea estatal dejó en claro que la decisión anunciada “no tiene vínculo directo con el lamentable accidente del pasado 18 de mayo” y que “trabaja en las acciones que permitan revertir la situación actual”.

Ese día un boeing 737-200 de la empresa mexicana Damojh (Global Air), alquilado por Cubana de Aviación para cubrir la ruta Habana- Holguín, cayó poco después de despegar de la capital de país, con 113 personas abordo, de las cuales solo hay una sobreviviente, aún hospitalizada y en estado crítico.

Las autoridades aeronáuticas mexicanas suspendieron temporalmente las operaciones de esa compañía para revisar las medidas de seguridad de sus naves. El avión siniestrado fue fabricado en 1979. Del total de personas que viajaban en la nave, 102 eran cubanos -entre ellos cinco niños-, seis tripulantes mexicanos, y cinco pasajeros extranjeros: una pareja de argentinos, una mexicana y dos saharauis.

Cuba justifica el arriendo de naves extranjeras por las restricciones del embargo estadounidense que le impide adquirir aviones y piezas de repuesto, aunque buena parte de sus naves son de fabricación rusa y de otros países de Europa del Este.

Cuba padece un crónico déficit de transporte interno y el cierre de vuelos viene a agudizarlo. El diario oficial Granma informó este miércoles que la investigación por el accidente continúa y que “la imputación de responsabilidades en materia laboral, administrativa o penal, se llevará a cabo en correspondencia con lo establecido por las legislaciones vigentes”.

“Se conoció que se realizan los trabajos de recuperación de datos de las cajas negras trasladadas a Estados Unidos”, país de fabricación de la aeronave, agregó el periódico citando fuentes de la Aeronáutica Civil de Cuba.