Por UBI RIVAS.-
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El escenario político de Estados Unidos, hoy 20 septiembre, a 45 días exactos de las elecciones, luce al presidente Donad Trump perdedor en su intento reelegirse, empero, atendiendo a factores poderosos que endosan su interés de permanecer en el poder, podrían favorecerle y sobreponerse a los amplios sectores que le adversan, conforme desgloso.
Los sectores adversan al gobernante más impredecible, mal hablado y de cuestionable educación, alegre y presto para denostar, inclusive a damas Hillary Clinton y Nancy Pelosi, latinos y afroamericanos, que de ninguna manera suman a su política.
Incluye en mayor proporción ofensa a población afroamericana, unos 45 millones, en airadas protestas por la brutalidad policial en bochornosos casos, conocidos como Black Liver Matters (Los Negros importan), respondiendo el mandatario que ante las protestas la opción no es el diálogo, sino las balas.
En su libro “Desleal: memorias”, Michael Cohén, exabogado judío de Trump, afirma que el gobernante calificó “estúpidos” a latinos y afroamericanos, gratuita y perjudicial ofensa a minoría de 38 millones afroamericanos y 47 millones latinos, incluyendo 25 millones mexicanos, todos resentidos y adversarios de Trump.
Los primeros, por la política apartheid anti dreamers del gobernante, los segundos por insistencia de construir un muro fronterizo, que al final de su administración no se ha construido, mucho menos financiado por México, conforme aseguró Trump su construcción.
El libro “1ra”, publicado el 15 del presente mes, el periodista Bob Woodward, revela: “Trump admitió engañó deliberado a los estadounidenses sobre el peligro que suponía la pandemia covid-19, con el objetivo de reducir el pánico”, aunque sus conciudadanos no perciben que ese fue el propósito, sino anteponer su proyecto personal ante la salud de sus paisanos, ocasionando 184 mil muertos, tema a explotar su contendor demócrata, Joe Biden.
Trump, judío igual que Jared Kushner, esposo de su hija Ivanka, inapropiado designado árbitro para Oriente Próximo, específico caso Palestina, incurrió en los errores garrafales primero mudando sede misión de Tel Aviv a Jerusalén, desmarcándose intermediario milenario diferendo árabe-hebreo solución dos Estados, y segundo, estimulando al halcón premier israelí Benjamín Netanyahu anexar 30% Cisjordania.
Trump sabe que esa área original de Jordania fue cedida por el rey Hussein a palestinos el 31 de julio de 1988 para que junto a Franja de Gaza, proclamaran en su momento, que advendrá algún día, el Estado Palestino, anhelado por la Liga Árabe, la humanidad, el derecho internacional, consolidando la paz definitiva en Oriente Medio.
Parciales de Trump añaden a sus méritos constituirse en el primer presidente en más de un siglo no iniciar una guerra ni invadir un país, práctica onerosa iniciada por el presidente Jaime Polk cuando en 1847 despojó a México mediante el famoso Tratado Guadalupe-Hidalgo del 2 de febrero de 1848 a California, Texas, Oklahoma, Nevada, Nuevo México, Utah, Wyoming, Kansas, Colorado, Nuevo México y Arizona, 2,378,539 kilómetros cuadrados, el mayor robo inmobiliario de la historia, origen de América para los Americanos del presidente James Monroe, zapata del destino manifiesto.
Parciales de Trump no han conseguido explicar, justificar menos, el fracaso de Trump en evacuar tropas norteamericanas estacionadas en Afganistán e Iraq por guerras orientadas por el forcejeo del dominio petrolero, con salidas honorables en ambos casos.
Tampoco el pulseo de Trump con el presidente Xi Yin-ping de China por aranceles continuos, que frenan la expansión económica de ambos gigantes, y negativa de 500 empresas norteamericanas radicadas en China no abandonarán sus matrices, conforme cable EFE del 9 presente mes, desde Pekín.
Quizás el gran enigma proyectado a elecciones tres de noviembre consiste denuncia presidenta Cámara Baja, Nancy Pelosi, día diez este mes, vinculando a Rusia apuntalar reelección de Trump, en momentos en que el gobernante norteamericano interfiere desbancar al presidente Alexander Lukashenco de Bielorrusia, aliado del moderno zar Vladimir Putin, evidente forcejeo geopolítico, considerada por Pelosi amenaza más grave del tres noviembre, por intrusión informática electoral, igual que se acusó a Putin interferencia elecciones 2016 favorable a Trump, imponiéndose por dictamen de los Colegios Electorales, no por electores.
Trump se decanta aliado de Putin, y viceversa, estimado en amplia proporción, el mayor líder mundial hoy.
El 24 agosto reciente, Maryanne Trump Barry, hermana del gobernante, declaró su hermano “sin principios y falta de preparación”.
Trump se ha negado hasta hoy declarar sus impuestos, tema grave e insólito en un gobernante norteamericano.
El poder económico judío dominante en Wall Street, parcial de Trump, la salud quebrantada de Joe Biden por alzheimer, la eventualidad de si gana y fallece, relevado por su compañera electoral la senadora afroamericana por California, Kamala Harris, constituirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, y de color, el fiel de la balanza electoral dominada por los Colegios Electorales, no por los votantes, conforme sucedió en elecciones 2016, la masiva y pronta asistencia económica y alimentaria a los norteamericanos dispuesta por Trump durante la pandemia, constituyen factores poderosos que podrían revertir los agoreros pronósticos hoy percibiendo perdedor a Trump.
