Opinión

Un educador

Un educador

Virtual, fundamental y supremo es el patriotismo”. Así postula el licenciado Luis A. de León, nacido en las fértiles y gloriosas tierras de Montecristi, bastión de dignidad y decoro.

Luis es un roble poderoso de la moral social, la educación, los sanos principios, la reciedumbre ética y un nacionalista integral.

Orador y escritor de grandes quilates, cuya vida ha transcurrido como un bienhechor del sistema educativo dominicano, habiendo desempeñado importantes cargos, todo a tono con la filosofía hostoniana y la estirpe sagrada del paladín de la honestidad, profesor Juan Bosch, reliquia del alma nacional.

El licenciado Luis A. de León es sin, lugar a equívocos, uno de los dominicanos más cultos, vertical en sus actuaciones, responsabilidades y accionar, en quien puede enmarcarse las frases de don Max Henríquez Ureña, cuando al inicio del año 1907, el doctor Pedro Henríquez Ureña, le invita a visitar a México. A penas llegó, entro a formar parte del movimiento juvenil ´´Savia Nueva´´, dentro del cual Pedro era calificado cariñosamente como el Sócrates del grupo.

Conversar con Luis de León es aprender, pues enseña siempre y en todo instante es por excelencia un autentico maestro de maestros.

Luis, en mis tiempos de estudiante normalista, una joven de Villa Rivas, quien estaba internada en el hospital Juan Pablo Pina de mi pueblo, me envió el siguiente fragmento que dice así: ¨cabecita esquiva, eres una roca sagrada, si la tierra es poca, mucha es la constancia. Mi perseverancia lograra su fin´´.

Luis de León es un civilista, educador y ejemplo de estos tiempos.
¡Salve, maestro de maestros!

El Nacional

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