SANTIAGO. Más de 2,500 vallas y letreros autorizados por la administración del alcalde Gilberto Serulle obstaculizan la visibilidad a choferes, conductores y peatones, lo que contribuye a la desorganización que impera en las vías públicas.
A esto se suma el hecho de que la Alcaldía de manera administrativa y, según el regidor Domingo Ureña, sin consultar al organismo deliberativo de la entidad, aumentó hasta en un 300 por ciento las tarifas que se pagan por la colocación de ese tipo de publicidad.
De acuerdo con Ureña, representante del Partido Acción Liberal en el consejo, la proliferación de vallas y letreros, especialmente en las reatas de las principales avenidas de la ciudad, impiden que los santiagueros disfruten de una ciudad más organizada, aseada y saludable.
La proliferación de ese tipo de publicidad viola el artículo 8 de la resolución 2719-05, en vista de que se establece que se debe respetar una distancia mínima de 100 metros lineales entre compañías diferentes.
Aunque dicho reglamento es puntual al precisar que está prohibida la colocación de ese tipo de propaganda en las reatas de las avenidas Las Carreras, Hermanas Mirabal, circunvalación Sur, Hispanoamericana, Estrella Sadhalá y Presidente Antonio Guzmán, entre otras, esa disposición no se cumple.
Ureña consideró que la gran cantidad de ese medio publicitario que se coloca en las vías públicas debiera permitir a la Alcaldía cobrar millones de pesos cada mes, pero que tal cosa no es así por la falta de planificación gerencial del alcalde Serulle.
De las más de 2,500 vallas y letreros que aseguró Ureña están colocadas en la ciudad, 150 son propiedad de tres amigos cercanos a Serulle quienes no honran al Cabildo con los pagos correspondientes, aunque cobran a sus clientes por concepto de alquiler de las mismas.
Otro factor que según Ureña impide a la municipalidad recaudar dinero suficiente para enfrentar problemas comunitarios, a pesar de haber sido elevadas las tarifas es que existe una empresa que cobra el 40 por ciento del dinero pagado, aún no tenga participación en los cobros, sino que los mismos los realicen los departamentos recaudadores de la Alcaldía de manera directa.