La creación del Tribunal Superior Electoral fue para ponerle punto final a las discusiones y conflictos electorales de forma independiente y autónoma, afirmó hoy el experto José Thompson Jiménez.

Jiménez, director del Instituto Interamericano de Derechos Humanos del Centro de Asesoría y Promoción Electoral, dice que el órgano fue creado por la Constitución como una instancia especializada y autónoma para desarrollar un sistema de justicia electoral confiable. Destacó que el surgimiento de los tribunales electorales es una corriente que se da en América Latina.

“Entiendo que ese fue el sentido para el establecimiento de un Tribunal Superior Electoral, que la justicia electoral sea autónoma creando un órgano especializado en esa materia. Antes lo ensayó la Junta Central Electoral dividiéndose en una Cámara Administrativa y una Contenciosa. La creación del Tribunal Superior Electoral fue como ponerle un punto final a cualquier discusión que surgiera acerca de materia electoral creando una entidad especializada cuyo objetivo es resolver los conflictos en materia electoral”, puntualizó.

Sostuvo en ese sentido, que la justicia electoral tiene características propias, como la ejercida por un órgano especializado y autónomo, cuyas decisiones frecuentemente son supremas de tal manera que no son recurribles ante ningún otro órgano de la justicia.

Precisamente esto se hace en virtud a no dañar la especialidad de la materia electoral.
Thompson compara el efecto con un fallo de un acto en justicia penal en el que se afecta un individuo particular, con la suspensión, detención o afectación de un acto electoral en el que no solo se dañan los intereses de los partidos políticos o de los ciudadanos, sino el proceso electoral mismo poniendo en peligro la esencia de la legitimidad de las autoridades.