MÉXICO (BBC Mundo).- Veintiún policías de la ciudad fronteriza de Tijuana, en México, han sido formalmente acusados de tener vínculos con el crimen organizado y de cometer crímenes contra la salud pública.
Los hombres, que se encuentran bajo custodia a la espera del juicio en su contra, están acusados de colaborar con uno de los carteles de la droga más poderosos del país, el de los hermanos Arellano Félix, que controla el tráfico de drogas desde Tijuana hacia el estado de California, Estados Unidos.Del total, 19 son policías municipales y dos ministeriales, indicó la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) en un comunicado.
El año pasado, cuando el gobierno inició la «Operación Limpieza», fueron detenidos varios altos mandos y agentes federales, como Noe Ramírez, ex zar antidrogas de México entre 2006 y 2008, y Víctor Gerardo Garay, que dirigió interinamente a la Policía Federal Preventiva durante parte de 2008.
Tijuana es una de la ciudades afectadas por la violencia del crimen organizado y es donde opera el cartel de los Arellano Félix, que el año pasado sufrió una fractura en su liderazgo que provocó una guerra interna por el control de la banda que se saldó con cientos de muertes, incluidas las de algunos policías.
«Ésta es la última evidencia del desafío enorme que afronta México en su batalla contra el tráfico de drogas», señaló el corresponsal de la BBC en México, Stephen Gibbs.
El presidente Felipe Calderón ha hecho de la lucha contra los carteles -que ganan miles de millones de dólares exportando cocaína y otras drogas a EE.UU.- el objetivo central de su gobierno. Con este fin, Calderón ha desplegado más de 30.000 efectivos en todo el país.
La estrategia ha provocado una explosión de la violencia, ya que las pandillas del narco luchan entre ellas y contra las fuerzas federales, provocando la muerte de más de 5.000 personas en 2008.
Un informe del alto comando del ejército de EE.UU., hecho público la semana pasada, advirtió que México podría experimentar un colapso repentino, como resultado del continuo asalto a sus instituciones por parte de los inmensamente poderosos carteles.
Pero el gobierno mexicano cuestiona semejante insinuación. Y asegura que su batalla contra la corrupción, junto con incautaciones récord de armas y drogas, ha dañado severamente a las pandillas.
Y como evidencia de su aparente éxito en interferir las rutas del narcotráfico, arroja el dato de que el precio de la cocaína en las calles de EE.UU. ha aumentado a casi el doble en 2008, señala el corresponsal de la BBC.