El Plan Nacional contra la Violencia de Género que presento ayer la Procuraduría General de la República se erige como la más amplia y oportuna iniciativa alrededor de la cual se deben congregar Gobierno y sociedad para levantar un infranqueable muro contra los feminicidios y toda forma de maltratos a la mujer.

Los 22 puntos referidos a acciones de prevención y persecución de casos de agresiones por motivo de género contenido en ese programa deben ser asumidos como cartilla esencial por las agencias oficiales, escuelas, universidades, instituciones de la sociedad civil y propia ciudadanía.

El procurador general, Jean Alain Rodríguez, ha señalado que entre 80 a 140 mujeres son asesinadas anualmente por hombres despechados, mientras que en 2016 hubo más de 70 mil denuncias que involucran violencia de género, sexual e intrafamiliar.

Entre las medidas contenidas en ese plan figuran las de prestar atención a las víctimas sin importar el lugar donde ocurran, emitir una orden de protección en todos los casos, notificar la agresión al destacamento más cercano, así como fortalecer y ampliar el número de unidades de atención integral a las mujeres.

La capacitación de agentes policiales y personal de salud para la detección y atención de potenciales casos de violencia contra la mujer, forma parte esencial de ese programa, que también prevé la prohibición de entregas de citaciones y órdenes de protección o de arresto a imputados por parte de las víctimas.

Para combatir efectivamente los feminicidios y toda forma de violencia contra la mujer se requiere de un plan nacional orientado a prevenir, denunciar, perseguir ese tipo de crimen, castigar a quienes los perpetren, y promover una atención más efectiva a las víctimas.

La indiferencia de cualquier sector de la sociedad ante la iniciativa presentada por el procurador general sería considerada como una gran vergüenza, más aun si se toma en consideración que decenas de mujeres son asesinadas y centenares sufren acoso o violencia por motivo de género, lo que indica que la solidaridad es un insumo fundamental para afrontar este flagelo que agobia también a la familia.

La iniciativa presentada por la Procuraduría General debe servir como punto de reunión de autoridades y población para emprender la gran cruzada nacional contra el crimen de feminicidio y toda forma de violencia contra la mujer.